Un nuevo día, un nuevo máximo

Falta una sola sesión para que acabe la semana, pero en las cuatro sesiones transcurridas la Bolsa española cuenta las jornadas por máximos. El Ibex 35 lo volvió a hacer ayer. Subió un 0,21% y cerró en 11.771 puntos. Junto a él, los demás índices españoles, que tiraron al alza incluso con mayor fuerza. El Ibex Medium y el Small Caps, en los que ponderan las medianas y pequeñas empresas, subieron un 0,37% y un 0,7%, respectivamente.

Pero la escalada no aplaca el escepticismo. Más allá de lo que digan analistas y expertos, basta ver el volumen de negociación para comprobarlo. Ayer quedó cerca de los 3.000 millones en el conunto del mercado (2.600 de ellos en el mercado abierto). Algo más de lo que se ha movido en días precedentes, pero cuando se analiza el volumen mes a mes, se observa que la recuperación no ha sido un acicate para la negociación. Cuando arrancó en marzo, pocos creían en ella. Y ahora que parece robusta, los precios que se pagan desaniman a los inversores.

La sesión de ayer no tuvo un sector que dominara la sesión de forma clara y la sesgara en un sentido o en otro. Los valores financieros, siempre protagonistas en los parqués españoles, evitaron mayores ganancias, pues la mayoría de ellos se anotaron números rojos. Sólo Santander y Bankinter escaparon a las pérdidas.

En el capítulo de ganancias, tuvo un papel principal Iberia -siempre envuelta en rumores acerca de su fusión con British Airways- ganó un 4,56%. Le siguieron Telecinco (2,98%) y Sacyr (2,81%). Pero si ayer hubo un valor estrella ese fue Indo, la firma catalana -que no pondera en el Ibex 35- ganó casi un 31%.

Más fuerza que los mercados españolestuvieron los europeos. Todos los grandes índices selectivos del resto del continente superaron al español. Destacó el FTSE 100 que ganó un 0,78%. Pese a ello, ni el londinense ni el resto acumula el rebote que lleva el Ibex 35, el único de los grandes en Europa que ya ha superado el nivel previo a la quiebra de Lehman Brothers.

En Nueva York, por su parte, la sesión no gozó de tanto optimismo. La decepción que supuso la facturación de Oracle y FedEx precipitó una recogida de beneficios. La apertura positiva se convirtió horas después en números rojos.