Baile a granel
El teatro Victoria de Barcelona presentaba media entrada anteanoche; sin embargo, los intérpretes de Rock the ballet creyeron que estaba lleno hasta la bandera por el entusiasmo con que el público aplaudió su baile y cantó las canciones del espectáculo desde el principio. Un público predispuesto a disfrutar. Y disfrutó.
Rock the ballet es un montaje sin pretensiones, dirigido a todos los públicos, en el que bailan seis hombres y una mujer capitaneados por el bailarín y coreógrafo Rasta Thomas y esposa, Adrienne Canterna-Thomas, que firman la coreografía. Thomas ha bailado, entre otros, en el American Ballet Theater. Su físico no es impactante, pero baila con precisión y dinamismo, y en ocasiones roza el virtuosismo.
ROCK THE BALLET
Coreografía y dirección: Rasta Thomas y Adrienne Canterna. Teatro Victoria. Barcelona, 15 de septiembre.
Junto con Canterna fundó en 2007 los Amazing Boys of Dance. Su propuesta fusiona la danza clásica, la contemporánea, el jazz, el claqué y el hip-hop para ilustrar algunas de las canciones más famosas del rock y el pop. En esta ocasión son las de Michael Jackson, Queen y Price.
Amazing Boy Dance tienen una sólida formación en danza clásica y es estimulante verles ejecutar pliés, pirouettes e incluso fouttés a ritmo de rock. Bailan con energía y dinamismo. Su ejecución es precisa y ágil, y los 90 minutos que dura Rock the ballet pasan como un soplo.
La velada, dividida en dos parte -la primera titulada Beautiful day y la segunda Rock you-, comenzó con Where the streets have no names, de U2, para seguir con un fragmento de la ópera Carmen cantado por María Callas en el que los seis hombres del grupo bailan con una muñeca hinchable. Es una secuencia divertida que arrancó risas. Viva la vida, de Coldplay, también fue muy aplaudida. En la segunda parte, los temas de Michael Jackson fueron los más cantados y ovacionados.
La escenografía es sencilla, casi naïf. En una pantalla se proyectan imágenes de la Luna, el cielo, árboles y diversas gamas de colores. Mientras, los bailarines se expresan a través de un lenguaje coreográfico en el que domina la danza clásica. Hay momentos en que uno cree estar ante seis príncipes fugados de un ballet clásico que se infiltran en una pandilla de Nueva York. Hay dos elencos. El martes por la noche la mujer fue Jaimie Goodwin, una excelente bailarina.
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