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EN PORTADA

Del pentagrama al procesador de textos

En una de sus declaraciones más famosas y repetidas, Frank Zappa se despachaba así: "Los críticos de rock son personas que no saben escribir, haciendo entrevistas a tipos que no saben hablar para gente que no sabe leer". Hoy, que cada año suena el nombre de Bob Dylan en las quinielas del Premio Nobel, todo hace suponer que los tiempos están cambiando. Para bien o para mal ya no están tan alejados la literatura y el rock. Buena muestra de ello es el consenso crítico con que se han recibido las dos novelas de grandes del rock como Nick Cave, tanto la recién editada La muerte de Bunny Munro como la anterior Y el asno vio al ángel, o la expectación que genera en los medios más elitistas cada nuevo disco o gira de Leonard Cohen, un escritor, conviene recordarlo, metido a cantante porque le dijeron que así podía ganar más dinero, del que se acaba de recuperar una de sus novelas de los años sesenta: El juego favorito.

En España ha venido produciéndose una evolución similar. Además del evidente tirón mercantil que poseen para las editoriales -hay más gente que escucha música pop de la que lee, no nos engañemos-, algunos de los más interesantes compositores del pop-rock hispano se han acercado a la literatura. Y, lo que es más importante, con buena acogida de público y crítica sin haber tenido la necesidad de atenuar lo más mínimo ni sus mundos particulares ni el modo en que los presentan.

A los hombres de buena voluntad y No tengo el placer, ambos editados por Xordica, podrían haber sido, sin problema alguno, dos discos de cualquiera de los grupos en los que militó Sergio Algora. En cada uno de los cuentos que los componen aparecen los mismos mundos delirantes o la alucinación provocada por los hechos intrascendentes sólo en apariencia de la vida que hicieron inolvidables las canciones de El Niño Gusano, Muy poca Gente o La Costa Brava. La prematura muerte de Algora nos ha privado de conocer en qué momento él intuía que tenía una canción o un cuento latiendo bajo las imágenes que comenzaban a tomar forma en su cabeza. Nos queda, eso sí, la suerte de poder poner uno de sus discos o de leer sus cuentos.

Esperadísimo, no sólo por sus fans, es el debut literario de Antonio Luque, más conocido como Sr. Chinarro. La indiscutible calidad de sus canciones, con letras que enlazaban chispazos del mejor surrealismo con un costumbrismo casi siempre bienhumorado, prometían un libro lleno de hallazgos y delirantemente divertido. Tanto Socorrismo, pequeño libro compuesto por el relato que da nombre al libro y otro llamado 'La mina', como su relato 'Me siento haciendo un NO8DO' incluido en la antología Matar en Barcelona, ambos libros editados por Alpha-Decay, entregan ese burbujeo verbal y sintáctico junto a su subyugante imaginario que lo ha convertido en un referente lírico para toda una generación. Parece ser que estos tres cuentos no son más que el inicio de una dedicación que se prolongará, en principio, a través de más títulos. Si su progresión cualitativa es similar a la exhibida en sus discos no podemos hacer más que frotarnos las manos llenos de alegría.

La última de las novedades recientes es lírica, se trata del nuevo libro de una de las figuras más singulares del panorama musical español. Javier Corcobado ha publicado varios libros de poesía y una novela, y reaparece en las librerías con un poemario donde se repiten el desgarro, la sinceridad casi exhibicionista y el mundo tenebroso y socavador que comparece en toda su obra. Cartas a una revista pornográfica viuda se convertirá en una pieza ineludible para sus seguidores, y en una puerta de entrada única a su lírica descarnada y torturada capaz de arañar los sentimientos de todo lector que se atreva a abrirles la puerta.

Varios han sido los músicos que se han atrevido a dar el salto a las librerías, muchos con éxito, así que tan sólo se puede desear que otros se les unan en la experiencia. Peticiones del oyente: ¿un libro de J de Los Planetas, por ejemplo, o de Manolo de Astrud? Por pedir que no quede. -

Sergio Algora. A los hombres de buena voluntad y No tengo el placer (Xordica). Nick Cave. Y el asno vio al ángel (Pre-Textos). Leonard Cohen. El juego favorito (Edhasa). Javier Corcobado. Cartas a una revista pornográfica viuda (Arrebato libros). Antonio Luque. Socorrismo (Alpha-Decay). Varios autores. Matar en Barcelona (Alpha-Decay).

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