La abandonada Nilefós alberga material explosivo

La fábrica de abonos Nilefós, ubicada en el Polo Químico de Huelva y abandonada por su dueño desde el pasado julio, alberga en su interior toneladas de material corrosivo o explosivo, como sosa caústica o nitrato amónico. Esta peligrosa situación ha llevado a la Subdelegación del Gobierno onubense a catalogar la factoría como "punto de especial protección" dentro del plan de seguridad de la ciudad.

La nueva catalogación se produce después de que los trabajadores de la factoría advirtieran a la administración de los riesgos para la vida y el medio ambiente que entrañaría un hipotético vertido o estallido de este material. Los empleados llevan dos semanas encerrados en la fábrica, cuya actividad se paralizó en julio tras evaporarse el dueño de la empresa, el indio Nitin Madhvani, incapaz de afrontar la crisis que acechaba a la planta química.

También hay 500 toneladas de sosa cáustica, compuesto muy corrosivo

La parte norte de la fábrica de abonos situada en la avenida Francisco Motenegro, se encuentra sin vallas protectoras, a apenas 50 metros de la carretera. "Tenemos 500 toneladas de sosa cáustica que es altamente corrosiva, con un pH de 14, lo máximo en la escala de las bases alcalinas", explica José Pérez, presidente del comité de empresa. "Un vertido en la ría no dejaría ni un pescado vivo", asegura el representante sindical. Con el nitrato amónico se fabrican explosivos por lo que Pérez es precavido a la hora de precisar la cantidad. "Siempre se piensa que no va a pasar nada, y después ocurren los mayores desastres", añade.

Los carteles de Muy peligroso o Riesgo de explosión hacen pensar que Pérez no exagera. "Hay muchos chatarreros por la zona, si lo cogen, por mala intención o desconocimiento, deben saber lo que tienen entre manos", continúa Pérez. Tanto él como sus 55 compañeros, además, se encuentran a oscuras. Endesa les cortó el suministro eléctrico por impago de facturas. La plantilla se encuentra a la espera de las negociaciones entre la dirección de la empresa y la Junta de Andalucía, que ya adelantó 2,4 millones de euros para mantener la actividad. "Una cantidad que ha desaparecido junto a Madhvani", denuncia José Pérez.