Félix Martialay, crítico de cine e historiador de fútbol

Si durante el franquismo, Canciones para después de una guerra, de Basilio Martín Patino, no vio la luz fue muy probablemente por la labor del crítico Félix Martialay, que durante más de 40 días seguidos publicó en el periódico El Alcázar un artículo tras otro en contra del filme, al que dedicó calificativos como "atrozmente parcialista", y a su director, de "adulto encogido y canijo, agonizante y llorón". Martialay fue también miembro del comité de selección del festival de San Sebastián y, a pesar de que la censura la había aprobado, los responsables del certamen la vieron, la rechazaron indignados, alertaron a las más altas autoridades y consiguieron que el almirante Carrero Blanco la prohibiera.

Félix Martialay falleció ayer, 9 de septiembre, de madrugada a los 83 años. A pesar de su ardor guerrero contra Martín Patino, al que aplicó su constancia y su poder, el crítico, periodista, historiador de fútbol y coronel de ingenieros retirado también fue el fundador, en 1956, de Film ideal, considerada en los años sesenta una de las mejores publicaciones europeas sobre su cine. Según sus colaboradores, Martialay -amante del cine americano- les dejaba hacer con bastante libertad.

Burgalés de pro, compaginó sus múltiples pasiones durante toda su vida. Comenzó en el periodismo en Campo soriano en 1942, a sus 17 años, mientras iniciaba sus estudios en la Academia Militar. También se diplomó en la Escuela Oficial de Periodismo en 1952 y en Filosofía y Letras. Martialay fundó diversos cineclubs y publicaciones (Temas de cine, Esquemas de películas) y fue profesor de Historia del Cine en las Universidades Complutense y de Valladolid, además de dirigir documentales como La legión de hoy o Historia de la Copa del Generalísimo. En 1987 fue nombrado director del diario El Alcázar, y fue su último responsable. Tras su cierre fundó el semanario La Nación. Félix Martialay también era un apasionado del fútbol y en los últimos años escribió varios libros sobre la historia española de este deporte. Publicó o radió crónicas futbolísticas en el Boletín del Real Madrid, El Alcázar, La Noche, Radio Peninsular, Fuerza Nueva, Fútbol, La Nación y Cuadernos de fútbol, en los que firmó con su propio nombre o utilizando los seudónimos de Martín Alegre y Miguel Fuertes.

Entre sus numerosísimos premios destacan el Premio Sant Jordi de la Crítica Cinematográfica de Barcelona; el Premio Nacional de Revistas Cinematográficas y el Premio Nacional de Crítica Cinematográfica; el Premio Crítica del Círculo de Escritores Cinematográficos en tres ocasiones y la insignia de Oro de la Federación Española de Fútbol. Presidió el Círculo de Escritores Cinematográficos desde 1977 a 1991.