24 kilómetros de monumento a la crisis
La falta de financiación obliga a paralizar la autopista de peaje de Las Pedrizas
El ruido obsesivo de las chicharras ha sustituido al de la maquinaria pesada y los barrenos en el Arroyo Coche. En este paraje del municipio de Casabermeja (Málaga) arranca la autopista de peaje AP-46, entre el alto de Las Pedrizas y Málaga, cuyas obras han quedado paralizadas por falta de financiación cuando se había ejecutado algo más del 30% de la infraestructura. Donde en febrero de 2008 había un millar de trabajadores modificando el paisaje a ojos vistas, hoy sólo hay un enorme monumento a la crisis económica en forma de 24,5 kilómetros de plataforma, túneles y viaductos a medio hacer. El Ministerio de Fomento y la empresa concesionaria de la autopista, Sacyr, negocian estos días para hallar una solución que permita encontrar fondos y retomar los trabajos "cuanto antes". Sin embargo, ninguna de las partes pone fecha a la reanudación.
Fomento y Sacyr negocian para reemprender las obras "cuanto antes"
La autopista debería entrar en servicio el 1 de enero de 2010, y, para lograr ese objetivo, Sacyr comenzó la obra en febrero de 2008 con enorme brío. Sin embargo, desde marzo de este año los bancos han ido cerrando el grifo de la financiación y han dejado seca a la AP-46, que tiene un coste de 421,4 millones de euros. Los tajos han ido perdiendo trabajadores poco a poco y ahora apenas queda un puñado de operarios para vigilar que no se produzcan daños en lo ya construido.
Entre las diversas soluciones que maneja Fomento, y que están previstas en el contrato de adjudicación de la obra, figura la más drástica de todas: rescatar la concesión y otorgársela a otra empresa. Sin embargo, ambas partes intentan no llegar a ese extremo. El contrato permitía a Sacyr explotar el peaje durante un máximo de 40 años a partir del próximo 1 de enero.
El proyecto preveía que por la infraestructura ahora paralizada pasarían 20.000 vehículos diarios, que pagarían, en el caso de los coches, 1,5 euros. Desde que en abril se conocieron las dificultades de la empresa para encontrar financiación, la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez Piñero ha viajado en dos ocasiones a Málaga para visitar las obras.
Cuando se firmó el contrato, Sacyr desechó la posibilidad de acogerse a un préstamo participativo del Estado con un máximo de 180 millones de euros, ya que al inicio de la obra encontró mejores condiciones de financiación en el mercado. Este préstamo suponía que Sacyr debería ceder al Estado un 35% de los ingresos del peaje a partir de los 5.000 vehículos diarios.
La autopista de peaje de Las Pedrizas, concebida para desatascar el cuello de botella de la entrada a Málaga desde el norte por la actual A-45, ha estado marcada desde su nacimiento por la controversia.
El Ministerio de Medio Ambiente dio el visto bueno a la obra en febrero de 2004 pese a que su impacto ambiental estaba calificado de entre "moderado" y "severo", sobre todo por los enormes movimientos de tierra. Incluso el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Málaga consideró "más viable" la creación de un tercer carril en la actual autovía en vez de la nueva autopista de peaje.
La obra, diseñada por el gobierno del PP, vinculaba la autopista AP-46 a la futura hiperronda de Málaga, de modo que la empresa que realizara la vía de peaje construiría también la circunvalación. Cuando Magdalena Álvarez llegó a Fomento, una de sus primeras medidas fue separar ambas infraestructuras. Eso está permitiendo que la paralización de la AP-46 no afecte a la circunvalación, cuyas obras prosiguen "a buen ritmo", según un portavoz de Fomento.
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