Alonso toma las calles de Oviedo
No faltó nadie a la cita. Unos 125.000 aficionados, según las estimaciones de la Policía Local, salieron a la calle para ver a Fernando Alonso, que pudo cumplir uno de sus sueños. En el último roadshow del equipo Renault, el bicampeón de la F-1 tomó las calles de Oviedo. Como ya pasó en Madrid y Sevilla, el centro de la ciudad -desde la plaza de América hasta la de la Escandalera, pasando por las calles Toreno y Uría- se transformaron en un circuito de unos 1,8 kilómetros. Todo para que Alonso, para el deleite de sus vecinos, se exhibiera a bordo del R-28, varios modelos del Megane y un kart, este último por expresa petición del piloto. No paró de quemar rueda ni de dar trompos.
"Eventos como éste dan la oportunidad de ver un fórmula 1 en la calle en donde vives, en donde pisas. Ir a las carreras es caro. Por eso es importante para los ovetenses. Para mí, es un sueño. Nunca te imaginas que algún día vas a estar aquí, delante de tu gente con un fórmula 1 y todo el mundo va a estar expectante para verte", explicó Alonso; "hoy ha llegado ese día y es algo que nunca olvidaré. Lo tendré para siempre en mi recuerdo". En el recuerdo de sus paisanos quedarán sus hazañas. Así lo reseñaba un cartel sencillo, simple, agradecido, en un balcón: Gracias, Fernando, por hacernos felices.
Un día de alegría, de asueto, definido por el de Renault como uno de los momentos "más especiales" en su vida. Antes del espectáculo le dedicaron una calle, aquella en la que creció. Una banda de gaitas anunció su llegada. Un clima muy lejano de la tormenta que se acerca. En una semana, Monza. Y una después, el Consejo Mundial de la FIA.
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