"Ricky debe asumir la dirección del juego"

Sergio Scariolo es tan analítico y riguroso en sus respuestas como en su manera de proceder en las canchas de baloncesto. A sólo unas horas del inicio del Campeonato de Europa, mañana ante Serbia, el técnico italiano (Brescia, 1961) explica su visión sobre un reto inédito para la selección española que dirige: alcanzar el oro es una asignatura pendiente, ya que ha perdido sus seis finales, y, al tiempo, una misión para la que se da favorita a la mejor generación española de jugadores, encabezada por Pau Gasol.

Pregunta. El grupo puede llegar a todo. ¿Cómo se puede reducir el margen de error?

Respuesta. La ilusión y el deseo de todos es ser los mejores. Ahora bien, la realidad también dice que sólo se ha ganado un título en la historia del baloncesto español [el Mundial, en 2006]. Es decir, ganar títulos no es tan fácil a pesar de que cuentes con gente cualificada y con un equipo competitivo. Hay que recordar un par de factores sobre los que a veces hablamos con los jugadores. Al Mundial de Japón se llegó con una carga mínima, pero la final se ganó dejando a Grecia en 47 puntos [70-47]. En el Europeo de Madrid, el escenario psicológico era mucho más parecido al de ahora. Se llegó a la final, pero se perdió con Rusia por 59-60. No hay ninguna duda sobre el talento de este grupo, pero hay días en los que no se meten 80 u 85 puntos. Estos dos partidos decisivos nos demuestran que hay que estar muy fuertes, preparados y sólidos para ganar cuando los porcentajes puedan bajar y la oposición defensiva sea muy fuerte... Ahí se jugará el campeonato.

"El desafío es lograr un nivel defensivo alto tras perder a los mejores defensores"

"Lo último que hay que decir con una selección es: 'Éste es mi equipo, tiene mi sello"

"Queremos que Gasol juegue en dos puestos y hacerlo de 'cuatro' exige práctica"

"Marc y Reyes no pueden limitarse a ser los suplentes de Pau"

P. Aíto García Reneses hizo muchos cambios en los Juegos Olímpicos y varió el estilo con que Pepu Hernández logró el Mundial y un resultado no tan bueno en el Europeo...

R. Todavía no entiendo si esa plata en Madrid es un éxito o un fracaso.

P. Pero en aquel Europeo se jugó peor que en el Mundial.

R. Al final, estamos aquí para conseguir unos resultados.

P. ¿Impondrá una jerarquía muy clara en el equipo?

R. A mí me gusta que los jugadores conozcan qué es lo que tienen que hacer en el campo, qué es lo que el equipo necesita de ellos. A veces, un jugador llega a la selección y no puede hacer todo lo que sabe porque, aunque lo haga bien, hay otro que lo hace mejor. Desde luego, la jerarquía, entendida como quinteto y minutos de juego, se va creando conforme progresa la preparación. Pero no me gusta la rigidez y sí me gusta tener un ojo sobre la prestación y los rivales a la hora de tomar este tipo de decisiones.

P. ¿Cómo se explica que España haya perdido seis finales?

R. Desde un punto de vista objetivo, han sido seis éxitos. Seis veces se ha terminado por delante del 95% de los países europeos. Ganar una final, y he ganado y perdido unas cuantas, depende de cómo se llegue a ese día, lo que, a su vez, depende de los días anteriores, pero también de factores no tan controlables. Comparto la idea de los que dicen que la misión de un equipo que tiene potencial es trabajar para llegar a la final. Nuestra misión es ésa y, una vez alcanzada, mantenernos concentrados con la cabeza en el manubrio hasta el último segundo.

P. Pero perder por 59-60 puede ser un error tanto defensivo como atacante.

R. Desde luego, no es nuestro estilo. No es quizás el estilo de nadie, pero, cuando la pelota pesa mucho, cuando estás jugando una cosa tan decisiva y las defensas ya están física, mental y tácticamente imbatibles, pueden darse estos partidos. Al final, los equipos que están muy bien en la defensa se lo ponen muy difícil al rival. Estos partidos también hay que saberlos jugar y ganar, ¿no? La derrota en el último amistoso ante Lituania nos ayuda a entender el nivel de dureza física que nos encontraremos y que requiere un Europeo.

P. Se han acostumbrado a jugar sin Pau Gasol. ¿Ha perturbado mucho su lesión?

R. Es difícil decirlo. Hay que verlo. Hay varios factores a tener en cuenta. Primero, Pau es un jugador extremadamente inteligente en la cancha y fuera de ella; segundo, unos cuantos jugadores del equipo ya han jugado con él; tercero, nos planteamos hacerle jugar en dos posiciones y el puesto de cuatro exige práctica. Nuestra idea es que Marc [Gasol] y Felipe [Reyes] no pueden limitarse a ser los suplentes de Pau.

P. ¿Han podido aprovechar los entrenamientos pese a que él no podía hacer ejercicios de grupo?

R. Han sido muy aprovechables en dos sentidos: él ha visto, ha escuchado, lo ha seguido todo y ha preguntado, aunque eso no tenga nada que ver con hacerlo; y, su gran labor, su liderazgo en el equipo, se mantiene porque forma parte del grupo. La cohesión debe generarse cada año desde cero. Se trata de jugadores que compiten entre ellos, a veces a matar, y luego, de repente, deben olvidarse de las hostias que se han dado durante el año y volver a cohesionarse en un grupo sin fisuras.

P. El grupo ha cambiado más de lo previsible por las ausencias de Calderón, Jiménez y Berni.

R. Desde luego, el equipo ha perdido... Vamos a decirlo de otra manera. Ha ganado en madurez, pero ha perdido buena parte de la fuerza defensiva, que sigue siendo el 50% de juego. Ése es el desafío: haber perdido a los mejores defensores y tener la obligación, si se quiere conseguir el éxito, de presentar un nivel defensivo alto.

P. ¿Ha sido muy difícil la elección de Víctor Claver tras su lesión y su discreta temporada?

R. Sabíamos que iba a llegar con un nivel y un ritmo de competición inferior, pero lo consideramos muy importante para el futuro. Merecía la pena que empezara a meter los dos pies en la selección. Lo ha pasado mal, pero le veo cada día más entonado, con más confianza, capacitado para ayudar. Lo más duro ya pasó.

P. ¿Y Ricky Rubio?

R. También tuvo una parte inicial muy difícil. Lo ha llevado bien, pero, desde luego, la tranquilidad que ha adquirido una vez tomada la decisión de quedarse en Barcelona se ha visto reflejada en la cancha. Ha estado con más chispa, con más alegría, con más iniciativa y desparpajo. Va en una dirección francamente buena. Debe asumir la dirección del equipo y eso lo decidimos desde el primer momento. Con Claver, Llull y él damos un paso adelante para tomar el relevo.

P. ¿Cuál es su principio de actuación en este equipo?

R. No sé autoevaluarme. Mi esfuerzo va en la dirección de unir y no dividir, de no fomentar la creación de minigrupos, de clanes, de no excluir la participación de todos los que tengan algo positivo que aportar, de que cada uno tenga y note su importancia. Que no sólo se le dé el espacio adecuado, sino que le se reconozca. Lo último que querría es decir: "Éste es mi equipo, éste es mi sello, esto tiene que ser sí o sí". Es lo último que hay que hacer con una selección. Ésa es mi visión. Que lo consiga o no... Lo importante es colgarse metales.