Una oportunidad para los 'beatlemaníacos'

Aquel 8 de agosto de 1969 los Beatles estaban acabando, en un ambiente muy tenso, los retoques de su nuevo -y último- álbum. La disolución del grupo era inminente, pero había que hacer una foto para la portada del disco, titulado Abbey Road y que contenía canciones como Something, Come Together, Oh! Darling y Here Comes the Sun.

La foto de la portada -que se reproduce en la primera de las 13 tazas dedicadas a los albumes de los Beatles que se pueden conseguir desde mañana por un euro con EL PAÍS- era el menor de los problemas del grupo y por eso fue despachada en 10 minutos. El fotógrafo fue Ian Macmillan, amigo de Lennon y Yoko Ono. tomó seis instantáneas subido en una escalera. La imagen era simple: los cuatro cruzando una calle cercana al estudio y que daba título al disco.

Pero aquella idea pronto se convirtió en legendaria. Al poco de salir el álbum el personal de EMI ya empezó a detectar cómo los peatones se apropiaban del cruce. Así hasta convertirse en una de las imágenes pop más imitadas de todos los tiempos.

Desde los personajes de Barrio Sésamo a otros músicos famosos, miles de admiradores del grupo acuden a Abbey Road para recrear aquella portada del útimo disco de los cuatro de Liverpool. Es un lugar ineludible de peregrinación de esa especie aparte de aficionados a la música llamada beatlemaníacos.