Josefa derroca a su "acosador"

"¡Pepi, tránsfuga, que te has follao a tol pueblo! ¡Cornúo!". Una docena de vecinos -en su mayoría mujeres- increpaba ayer a la concejal Josefa Torres y a su marido, cuando pasaban por delante de la cafetería de Pepe Rubillo, junto al Ayuntamiento de Sierra de Yeguas (Málaga, 3.550 habitantes). Torres, cuyo voto acababa de ser decisivo para dar la alcaldía al andalucista Salvador Ortiz en una moción de censura, siguió su camino sin girarse y con la cabeza alta.

A dos metros escasos, bajo el toldo del café, el alcalde derrocado, Rafael Sánchez Lavado, del PP, atendía a los periodistas y no parecía muy incómodo con los insultos que sus partidarias dedicaban a quien fue su amante durante siete años y que, en julio de 2008, le acusó de acoso sexual y violación. Esta acusación, archivada en primera instancia, junto a una grabación en la que una voz de hombre -supuestamente la de Sánchez Lavado, aunque él lo niega- vejaba gravemente de palabra a la edil Torres, le valió al hasta ahora alcalde la expulsión provisional del PP.

La escena del café se completa con dos hombres trajeados que flanqueaban al regidor saliente. Eran el diputado nacional Federico Souvirón y el diputado provincial Manuel Navarro. Con su presencia sonriente junto a Sánchez Lavado, ambos altos cargos populares ponían en entredicho cualquier reproche oficial del partido hacia un militante acusado de graves delitos que todavía deberá estudiar la Audiencia Provincial.

Sánchez Lavado y los otros cuatro ediles populares no asistieron al pleno que los enviaba a la oposición y optaron por quedarse "a desayunar" en la cafetería de Pepe Rubillo. El regidor saliente justificó su ausencia en el ánimo de "evitar enfrentamientos" -el salón estaba lleno de vecinos que apoyaban la moción- y porque "no merece la pena sentarse con esa escoria", en referencia a los cuatro concejales andalucistas, el único edil socialista y la ex popular Josefa Torres.

Tras cinco minutos de discursos que no pasarán a la historia de la oratoria y la promesa del cargo en un salón de pleno presidido por dos crucifijos y los posters de las orquestas Stylo, Ébano y Coconut Band, que tocaron en las fiestas patronales, Ortiz tomó su primera medida como nuevo alcalde: retirar una señal de tráfico que daba al regidor derrocado el privilegio de aparcar su coche frente al Ayuntamiento.

Durante la votación, el secretario del Ayuntamiento fue llamando uno por uno a los concejales para que emitieran su voto de viva voz. La llamada al ausente Sánchez Lavado fue coreada por la cincuentena de vecinos que abarrotaba el salón de plenos con un "¡oooh!". Una vez nombrado el nuevo alcalde, numerosos vecinos acudieron a felicitarle y a dar las gracias a Josefa Torres, sin cuyo voto habría sido imposible destituir a Sánchez Lavado. En su intervención ante el pleno, la concejal, que se dio de baja del PP hace 15 días, cuando se firmó la moción de censura ante notario, se limitó a decir: "Lo hago por mi pueblo, no por interés personal, ni por haber recibido un soborno".

En conversación con los periodistas tras la breve sesión, Torres aseguró que en los días previos al pleno había recibido "presiones" del PP para que no diera su voto a la moción que dejaría al partido sin su único alcalde en la comarca de Antequera. La edil detalló que el pasado lunes se reunió con el secretario provincial del PP, Francisco Salado, quien, según ella, le acusó de haber recibido dinero a cambio del apoyo a la censura de Sánchez Lavado.

Salado, que admite que ambos mantuvieron un encuentro, afirma: "Sólo le dije que le movía el ánimo de venganza, lo que sigo manteniendo y cualquier mención a temas de dinero en la conversación la hizo el marido de Pepi".

Salado justificó la presencia de los diputados Navarro y Souvirón junto a Sánchez Lavado en que "se trata de una alcaldía ganada por el PP". El alcalde derrocado, que también acusó a Josefa de actuar "más por lo económico que por el odio", está pendiente de la decisión del comité de garantías del PP para saber si es readmitido como militante. Según Salado, lo deseable en Sierra de Yeguas sería que surgiera "una nueva ejecutiva local con nuevas personas".

En un pueblo marcado por el paro, el detonante de la moción fue la decisión de Sánchez Lavado de adjudicar obras del Plan E y del Plan Proteja a empresas de fuera de Sierra de Yeguas. Ortiz calificó de "despilfarradora" la gestión del alcalde saliente.