Feijóo garantiza la calidad de los servicios sociales "pase lo que pase"

Entre agujeros y socavones -el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, denunciaba de nuevo el viernes un déficit de 4,5 millones en el sistema de préstamo de libros-, Núñez Feijóo insistió ayer en que no se tocarán los servicios sociales "pase lo que pase". El presidente de la Xunta quiso reforzar su compromiso verbal con la Sanidad y la Educación después de recortar las ayudas para los libros de texto, salir a la luz pública las dificultades para costear nuevas escuelas infantiles o el viaje de ida y vuelta del Ejecutivo autonómico al sistema de peonadas en los hospitales que, según los profesionales, dispararía las listas de espera. "Por más agujeros económicos que nos encontremos, presupuesto irreal o crisis económica no van a evitar", dijo, "una sanidad pública eficiente, unos servicios sociales solidarios o una educación de calidad".

Rajoy señaló al PP de Galicia como el más importante de toda España

Por cuarto año consecutivo, los populares se congregaron en el castillo de Soutomaior (Pontevedra) para arrancar el curso político. En el acto, amparado por Manuel Fraga y un Mariano Rajoy que ratificó su confianza en Feijóo y señaló al PP de Galicia como el más importante de España, Feijóo no dudó en reivindicarse "frente a otras comunidades amigas", en relación a Valencia. Realizó así un ejercicio de autoestima, la misma que junto a una economía solidaria y productiva y un territorio saneado, situó como los tres pilares del futuro autonómico. El presidente de la Xunta abrió ayer el curso "de la efectividad", partidario de dejar a un lado localismos y "discursos identitarios" para centrar toda la atención en las familias.

"Hace un año nos comprometimos en este mismo lugar a decir la verdad, a unir esfuerzos y a no dividir la sociedad", prosiguió, "hoy finalizaron las imposiciones para decir lo que se quiera y como se quiera sin faltar al respeto a nadie". El castillo "es testimonio sólido y pétreo de que puede cumplir los compromisos y cambiar la realidad". Un cambio que empieza por "el primer presupuesto para salir de la crisis", por un Gobierno "ilusionado para gobernar con ideas y sin improvisaciones y para cumplir el programa". A Feijóo, los 134 días transcurridos al frente de la Xunta le han valido el reconocimiento de las bases. Frente a la tibia acogida a Rajoy -mermado por las pasiones que aún despierta Fraga-, el líder de los populares gallegos disfrutó un prolongado aplauso que le animó a proclamar que "este curso fue el del triplete", en relación a las elecciones autonómicas, las europeas y "el cambio histórico en el País Vasco" que el PP "facilitó".

Motivo de alabanza fue que Feijóo se parase a charlar con el centenar de trabajadoras de la planta de Trèves, auxiliar de Citröen sobre la que planea un ERE, que le esperaban silbato en mano custodiadas por la Guardia Civil. El presidente del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, abrió su intervención pidiendo "un fuerte aplauso" para que las 138 trabajadoras "recuperen su trabajo" y felicitó a Feijóo por tener "la sensibilidad de escucharlas".

Soutomaior acogió un acto sembrado de "libertad", habida cuenta del número de veces que cada uno de los interlocutores la sacó a relucir para conmemorar la convivencia de las lenguas. "Ahora se puede decir que vivimos en un país libre", no dudó en atreverse a decir Louzán, "se puede hablar gallego o castellano". Tras lo cual evocó el Pacto del Tinell para decir que "el PSOE vuelve a usar la técnica del aislamiento y el ataque". Pese a todo, apuntó, "el PP se sobrepone y es que en cualquier municipio de España hay una familia del Partido Popular". Además, ante la preocupación de los alcaldes que acuden a la Xunta a pedir dinero para sus ayuntamientos, Louzán responde: "Tranquilos, el presidente Feijóo sabrá buscar los recursos pertinentes". Tal es la confianza en su jefe de filas, que el pontevedrés le auguró hasta 42 escaños si ahora se celebrasen elecciones.