La economía entra en recesión pero mantiene su diferencial con España

Dos trimestres consecutivos de caída del PIB vienen a confirmar lo que los analistas ya adelantaban y la agencia Standard & Poors daba por hecho en su informe de la semana pasada: Galicia ha entrado oficialmente en recesión. La economía cayó un 0,9% en el segundo trimestre, lo que sitúa la tasa interanual en el -3,2%. El consuelo relativo es que los datos son menos malos que los que presentó el Instituto Nacional de Estadística ayer sobre el conjunto de España, que se apunta un retroceso del 4,2%, el peor registro desde 1970.

La lectura que ha hecho el instituto estadístico gallego (IGE), no es nada halagüeña: Galicia saldrá más tarde de la crisis porque ha entrado más tarde en ella. José Antonio Campo Andión, su director, añadió al anuncio mensajes poco alentadores. El primero, que "no se ha tocado fondo". Pese a ello, la Xunta no ha modificado el cuadro macroeconómico que heredó del bipartito, con una previsión de crecimiento para este año del 1,3% que hoy se antoja completamente irreal. Lo mismo ocurre con la tasa de paro prevista, del 10%, cuando en estos momentos supera el 12% tras la pérdida en un año de 44.000 empleos a tiempo completo.

La Xunta no ha modificado las previsiones del bipartito

El otoño no traerá mejores noticias. Campo Andión auguró que el tercer trimestre será peor que los dos primeros. Lo que más preocupa es el brusco parón de las ramas industriales, en sintonía con la evolución del Índice de Producción Industrial, que retrocedieron un 15%. Lo mismo ocurrió con las ramas energéticas, que caen un 7%. La construcción no dio tan malas noticias (retrocede un 4,6%). En cuanto a la demanda, el gasto en los hogares se ha congelado y sólo el tirón de la contratación pública mejora. "Parece que los planes del Gobierno están surtiendo efecto", admitió el director del IGE. "Pero de nada sirven planes como las ayudas a la compra de automóviles si no se reactiva el sector al que se quiere beneficiar", puntualizó.

El ex presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño decía hace dos años que no había motivos para el catastrofismo porque la economía gallega vivía "uno de sus mejores momentos", con tasas de crecimiento del 4%. Hoy nadie habla de "plus de resistencia", aunque la economía gallega sigue manteniendo algunas décimas de ventaja frente a la española.

Las proyecciones que hacen distintos analistas sobre el crecimiento en los próximos años son muy prudentes. Lo que indicaba un informe del BBVA de hace tres meses es válido ahora: "Con una construcción residencial menos hipertrofiada, Galicia podrá mantener ese diferencial positivo".

Ocurrirá siempre y cuando se mantengan la inversión en obra pública, las inyecciones del Estado, los fondos europeos y se estimule el crecimiento con el margen de maniobra que tiene la Xunta.