Un árbitro impulsa al Athletic
"No especularemos porque no sabemos jugar a defendernos", dijo Caparrós en la víspera y sus palabras se revelaron proféticas sobre el césped sintético del Alfheim Stadion, tan largo de portería a portería, 110 metros, como el calvario que vivió el Athletic para pasar a la Liga Europa. Que los leones no saben defenderse no es ningún secreto: han concedido goles en 28 de sus 29 últimos partidos oficiales. El problema es que tampoco tienen claro su plan de ataque, lo que con frecuencia se traduce, como ayer, en un sinsentido táctico y un sinvivir anímico.
Tan mal se desplegó el Athletic, tan rácana fue su propuesta, que al Tromsoe le llevó un ratito generar peligro. Moldskred barría todo el frente del ataque sin que ningún defensor se diera por aludido. El Athletic era incapaz de rasear el balón en un campo tan postizo como su juego. Sólo mediado el primer tiempo tomó aire a través de los pulmones de Yeste. Las tres veces que el 10 tocó el balón, ocurrieron cosas sin que Ramovic se viera realmente exigido. El dominio bilbaíno fue plano, ficticio, efímero.
TROMSOE 1 - ATHLETIC 1
Tromsoe: Ramovic; Hogli, T. Reginiussen, Koppinen, Yndestad (Taboga, m. 89); Knudsen (Strand, m. 82), Knarvik (Isaksen, m. 93), Jensen, Lindpere; Moldskred y Rushfeldt. No utilizados: Haugen; M. Reginiussen, Roland y Johansen.
Athletic: Iraizoz; Iraola, A. Ocio, Amorebieta, X. Castillo; J. Martínez, Yeste (Gurpegui, m. 92), Susaeta (Koikili, m. 89), De Marcos (Iturraspe, m. 69); Toquero y Llorente. No utilizados: Armando; Ustaritz, Etxeberria y Muniain.
Goles: 0-1. M. 55. J. Martínez, de penalti. 1-1. M. 60. Rushfeldt.
Árbitro: Chapron (Francia). Expulsó a Ramovic (m. 92) y amonestó a Moldskred, De Marcos, Iraizoz y J. Martínez.
6.000 espectadores. Clasificado el Athletic por el marcador global de 4-3.
No tenía mejor pinta la segunda mitad, timorato el Athletic, entusiasta el Tromsoe, hasta que el francés Chapron apreció una mano voluntaria cuando nadie vio siquiera la mano en un disparo de De Marcos que tropezó en Koppinen. Como en la ida, Javi Martínez transformó el penalti.
El veteranísimo Rushfeldt, un tallo al que cada carrera exige un esfuerzo bárbaro, ganó la acción a Ocio y su cabezazo superó a Iraizoz. El empate anunciaba una media hora horrorosa para los de Caparrós y lo fue. Un monólogo del Tromsoe ante un Athletic de medio pelo que si no sufrió un desprestigio fabuloso fue simplemente porque el fútbol es así.
OTROS RESULTADOS: Villarreal, 6; NAC Breda, 1 (3-1 en la ida).
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