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Reportaje:ACTIVIDADES DE OCIO | VERANO

Respirar el silencio desde el cielo

Paseos en globo por Andalucía, una aventura apta para todos los públicos

Ángeles Lucas

"¡Aquí arriba me voy a comprar un apartamento!", dice Pepe López con desbordante ilusión. Está subido a un globo aerostático, entre los mimbres de una barquilla, a 450 metros de altura sobre los olivos de Huévar, en Sevilla. Son las siete de la mañana y, a pesar del madrugón que ha tenido que darse, la emoción de volar le despierta todos los sentidos. "¡Cuánto silencio!", exclama desde lo más alto. Él y su mujer, Cayetana Delgado, han decidido regalar a su hija, de 23 años, un viaje en globo. Una auténtica aventura.

Una aventura que empieza temprano. De madrugada. Los vuelos se realizan a primera hora de la mañana, que es cuando mejor se controlan los vientos. Aunque sea agosto en Sevilla, en el descampado desde el que se despega corre una brisa que pide algo de abrigo. Pero el frío dura poco, el equipo que monta el globo solicita una rápida colaboración a los futuros pasajeros. Hay que desplegar el globo, que tiene casi 30 metros de altura. Con un gran ventilador se va llenando de aire frío y las coloridas telas empiezan a tomar forma. El viaje se acerca.

El aerostático puede alcanzar más de 800 metros de altura

Hay algo de nerviosismo entre los ocho pasajeros que caben en una barquilla, pero se va disipando con la emoción. Es un despegue rápido, el quemador de propano empieza con sus llamaradas a hacer un fuerte ruido. El globo sube y sube. En apenas 20 segundos se alcanzan los 300 metros. "¡Mira, mira cómo subimos, esto es precioso. No se siente nada de movimiento!", dice Rafaela León, una señora de más de 60 años vestida con vaqueros y zapatillas de deporte.

En el cielo se respira el silencio. "¡Cuánta tranquilidad!", dicen todos casi al unísono. Bajo los pies pasan rápido autovías, coches, campos de olivos, huertos, fincas. "¡Qué de caballos, qué bonito!" exclama Rafaela.

El globo baja de altura y casi roza las copas de los árboles. Pepe y su mujer Cayetana saludan desde lo alto a un cazador. "¿Cómo va la mañana, han salido ya los conejos?", le preguntan. "Todavía nada", grita desde el suelo el hombre, vestido de verde y con un perro inquieto a su lado.

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El piloto es Jesús González Green, es el hijo del que obtuvo la primera licencia en España para volar, en 1973. Su familia ha conseguido 16 récords mundiales en campeonatos de globo. Vuela con gps y un flytec para medir alturas. En un momento del apacible viaje, el viento vira y le hace tomar una rápida decisión: aterrizar en el primer descampado que aparezca donde el viento le está llevando. "Aquí no hay timón ni volante, vamos sin rumbo", dice Jesús, que lleva desde los ocho años viviendo en el cielo. Sus ojos celestes le delatan.

Reacciona y hace descender el globo rápidamente. En segundos pasa de 37 kilómetros por hora a siete y frena la barquilla con las copas de los árboles hasta que pisa tierra.

La risa entre los pasajeros estuvo garantizada. "Lo más divertido del viaje ha sido el aterrizaje", afirma Rafaela. "Aunque lo peor ha sido que no hemos volado muy alto y ha durado poco", se queja. Otras veces se eleva hasta más de 800 metros.

Tras el vuelo, Jesús bautiza con champán a todos los pasajeros y les pone nombres aeronáuticos. Ha volado el príncipe del Propano, la princesa de los Cúmulos Nimbos y la de Doñana.

En sus recuerdos está haber tocado el cielo y alguna ilusión soplada al aire. "¿Nos quedamos a vivir en este ático?", le preguntó en el globo Cayetana a su marido. "Por supuesto", contestó Pepe.

Una familia extremeña despega en globo el pasado domingo en un descampado de Huévar. (Sevilla)
Una familia extremeña despega en globo el pasado domingo en un descampado de Huévar. (Sevilla)GARCÍA CORDERO G. C.

DATOS

- Empresas andaluzas: Glovento Sur, Gloobo, Aeronautas, González Green.

- Lugares. Sevilla, Granada, Córdoba, Doñana, Arcos de la Frontera, Ronda, Guadix, Tabernas. (Otras provincias, si hay grupos).

- Precio. Aproximado por persona: 160 euros.

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Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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