De hermano a referente

Marc Gasol ha pasado de buscar un sitio al sol, primero como espectador de su hermano Pau y después en su condición de esforzado suplente y novato en el Mundial ganado por España hace tres años, a erigirse en un referente para el equipo que a partir del 7 de septiembre emprenderá la lucha por el título en el Europeo de Polonia. El elogio se lo dedica Sergio Scariolo.

El seleccionador hace especial hincapié en que, ni siquiera cuando Pau Gasol se encuentre en condiciones para jugar una vez se recupere de la lesión que sufrió en un dedo de la mano izquierda, Marc y Felipe Reyes deben supeditar su aportación a la del flamante campeón de la NBA. "Me niego a aceptar que se limiten a ser los suplentes de Pau", afirma con rotundidad Scariolo. Marc asiente: "Soy muy exigente conmigo mismo y en ese sentido este año he madurado todavía mucho más". Pero, realista y respetuoso con la jerarquía, añade: "Ahora, bien, en el baloncesto juegan cinco y no sé si Scariolo tendría la valentía de dejar en el banquillo al mejor jugador del mundo".

"No acepto que Felipe y él se limiten a ser suplentes de Pau", sentencia Scariolo

Ángel Palmi, director deportivo de la federación, refrenda la transformación de Marc a lo largo de los últimos años. "En 1999 todos lo recordamos porque, con 13 años, fue con sus padres para ver el Mundial júnior y se pasaba el día jugando en unas canastas en el exterior del pabellón de Lisboa. El otro día estuve en un entrenamiento de la selección en Sevilla y, una vez que acabó, él continuó practicando movimientos. Tiene talento y lo trabaja, como todos los grandes jugadores. Su afán de mejora es permanente", cuenta Palmi.

Tras una temporada en la que Dusko Ivanovic apenas contó con él para defender la camiseta del Barça en 2006, la evolución de Marc se disparó. "He vivido el baloncesto desde muy pequeño con el ejemplo de Pau y de Juan Carlos [Navarro]. Tuve que salir del Barça para ganarme la vida", recuerda Marc. Demostró con la selección que no era simplemente el hermano de Pau, sino un jugador con el talento, la calidad y la ambición necesarias para triunfar. Exhibió su capacidad de liderazgo en el Akasvayu Girona, logró ser el mejor jugador (MVP) de la Liga ACB y, acto seguido, no dudó en emigrar a Memphis para cumplir una estupenda temporada en la NBA a pesar de jugar en un equipo de la cola. Pero en Memphis ha acabado siendo titular y se ha abierto paso entre los mejores rookies de la temporada con una media de 12 puntos y casi ocho rebotes.

Ya no es aquel niño rechoncho que jugó dos años en un colegio de Memphis cuando acompañó, junto a su familia, los primeros pasos de Pau en la NBA. Una de las claves fue su evolución física. A sus 24 años, mide 2,15 metros y pesa 120 kilos pero en su adolescencia llegó a pesar casi 30 más. Una dieta rigurosa y un trabajo físico específico fue la base que le permitió evolucionar como jugador de élite. "Cada año ha rendido como titular pero se ha encontrado con que afortunadamente tenemos pívots de una enorme calidad como su hermano, Felipe o Garbajosa. Pero todo y así se ha ganado un puesto en la rotación", explica Palmi.