El 20% de los muertos en carretera en lo que va de año conducía motos

"Aquí nos llevamos la palma en carreteras tentadoras. Sus curvas, la orografía, el paisaje...", explica el jefe de la Guardia Civil de Tráfico, José Luis Ulla. Por su meteorología, Galicia es una de las comunidades que menos motos tiene. Sólo el 9% de los vehículos que circulan por el territorio son motocicletas, y sin embargo, desde enero, el 20% de las muertes en carretera son de motoristas. De las 99 víctimas que ha dejado el asfalto en lo que va de año, 21 conducían una motocicleta o un ciclomotor. La principal causa de accidente es la conducción temeraria.

El pasado fin de semana se saldó con tres motoristas muertos. Desde que empezó el verano sólo se había tenido que lamentar otro accidente mortal más. Aunque la cifra es idéntica a la del año pasado, está aún lejos de 2005, cuando sólo hubo 16 muertes. El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, que llamó la atención ayer sobre el incremento de motoristas muertos este año, anunció que una buena parte de los 27 millones que se destinarán a mejorar la red de carreteras, se invertirán en hacer más segura la conducción de las motos. Se sustituirán más de 2.000 señales verticales, se limpiarán 480 kilómetros de cunetas y se mejorará el pavimento antes de que acabe el año en 400 kilómetros de vía.

De los muertos del verano, tres tuvieron lugar el pasado fin de semana

En la media estatal el 10% de fallecidos por accidente de moto son gallegos

Aunque los guardarraíles pueden llegar a ser verdaderas guillotinas en caso de accidente, Ulla explica que nada se puede hacer para evitar troncos, muros y otros elementos, contra los que el conductor de moto impacta si la velocidad a la que conduce excede de los límites de la vía. "No es tanto la vía en sí y sus peligros como que no se adapte la conducción a la carretera", explica el jefe de la Guardia Civil de Tráfico, para quien "toda medida que los Gobiernos tomen para arreglar las carreteras es positiva, pero intervienen más factores". Desde Tráfico dan más detalles. En los accidentes de moto en que está implicado un segundo vehículo, el 54% es culpa de la motocicleta.

El buen tiempo, enemigo

Un tercio de los accidentes mortales se produjeron este verano -tres de ellos el pasado fin de semana- y sin embargo, mayo y febrero protagonizaron los dos puntos negros del calendario de siniestros. Hernández explicó que el incremento en los accidentes de moto estaba concentrado en los seis primeros meses del año. Se refería a que en cada uno de esos dos meses se registraron cinco muertes. Coincidió con dos períodos en que la meteorología fue favorable: el tiempo estaba despejado y el pavimento seco de lluvia.

Igual que puntos negros del calendario, también hay sitios donde el riesgo de sufrir accidentes se incrementa. Ulla habla de "carreteras tentadoras de curvas y contracurvas" en la N-6, en la Costa da Sal, y en un tramo que conecta Lugo con A Fonsagrada. "Se convierten en focos para que los conductores pongan a prueba sus habilidades", explica el teniente coronel, "y cualquier despiste es mortal".

El perfil de los conductores fallecidos es similar: ronda los 40 años y lleva poco tiempo manejando el vehículo. "Que tiene poca experiencia, que accedieron a la moto como elemento de ocio y que no tienen destreza en la conducción". En lo que va de 2009, de los muertos que conducían motos de gran cilindrada, ocho tenían de entre 31 a 65, seis de entre 26 y 30 años y el resto no llegaban a los 25. "Es un boom", explica Ulla, "es un colectivo que acaba de conocer lo que es tener una moto".

La situación, sin embargo, es esperanzadora, explican desde Tráfico. "Aún no ha acabado el año, 2008 se saldó con 25 fallecidos por la moto y este año llevamos 15". El repunte de accidentes de motocicleta se produjo en 2006; los muertos entonces fueron 26. El año siguiente fueron 38, y en 2008 bajó a 25. En la media estatal -de momento han muerto 1.250 motoristas en toda España- de fallecidos en accidentes de moto, Galicia representa el 10%. "Es cierto que el dato está por encima de otras comunidades", explica Ulla, "pero sigue siendo muy bajo respecto a los otros accidentes". En carretera apenas circulan las motos: el 14,76% de los vehículos son motos de gran cilindrada y un 8,61%, ciclomotores. La siniestralidad en esta clase de moto es más alta en las ciudades, donde concurren más factores de riesgo.