Jaén se reinventa con el tranvía

A cualquier viajero que llegue a Jaén este verano le será difícil reconocer la ciudad. Del paisaje urbano han desaparecido los cuatro puentes -dos de ellos peatonales- de la carretera de Madrid, buena parte de las zonas verdes y el arbolado de la zona norte y también de la calzada de la principal arteria de la ciudad, el paseo de la Estación. Las obras que la Junta ejecuta para la instalación del tranvía han revolucionado el entramado viario jiennense hasta el punto de que, cuando estén finalizadas, podrá hablarse de una ciudad totalmente reinventada.

Su singular configuración urbana, con apenas avenidas y un laberinto de callejuelas, ha convertido a Jaén en una ciudad donde el tráfico es un problema capital. Más si cabe ahora con todos los barrios patas arriba por las obras municipales y, sobre todo, por el enorme impacto que el trazado del tranvía ha provocado en el eje norte-sur, inundado de zanjas. Para intentar paliar esta situación, el PSOE, que gobierna la ciudad en coalición con IU, hizo del tranvía su proyecto bandera para este mandato.

Las obras se han topado con la contestación vecinal y política

Pero la apuesta por un transporte ecológico que diera a la ciudad un aire de modernidad choca, de momento, con la contestación vecinal y política. Muchos recelan de esta actuación, no tanto por su ineficacia en el futuro sino por el caos en el que ha sumido a la ciudad. El gobierno local -con la alcaldesa, la socialista Carmen Peñalver, a la cabeza- está convencido de que, una vez que funcione el tranvía, las críticas se volverán halagos.

El sistema tranviario de Jaén tiene un presupuesto de 75,4 millones y un plazo de ejecución de 20 meses. Tendrá un trazado de 4,7 kilómetros, que discurrirán íntegramente en superficie, y una decena de paradas en algunos de los puntos neurálgicos de la ciudad: las estaciones de ferrocarril y autobuses, la Universidad, la zona hospitalaria, el polígono industrial de Los Olivares, así como el centro urbano hasta la altura de la plaza de la Constitución. Las obras se iniciaron con polémica por la desaparición de arbolado en la carretera de Madrid, una acción que incluso ahondó en la división interna en IU y del propio equipo de gobierno, pues el edil de Medio Ambiente, José Luis Cano (IU), llegó incluso a paralizar los trabajos de la Consejería de Obras Públicas. Para contrarrestar las críticas ecologistas y de muchos movimientos vecinales, Obras Públicas se ha comprometido a plantar 500 nuevos árboles, cinco por cada uno afectado por las obras, además de ofrecer al Ayuntamiento jienense su colaboración para habilitar más espacios verdes en la ciudad.

La consejera Rosa Aguilar considera que el tranvía de Jaén es "un ambicioso proyecto que colocará a Jaén a la vanguardia en parámetros de movilidad sostenible". Destaca que su puesta en servicio permitirá quitar de la circulación más de 1.000 vehículos al día, lo que supone un ahorro diario en emisiones de CO2 de entre 600 y 800 kilogramos, además de una importante reducción del nivel de ruido.

La integración de la nueva infraestructura en la trama urbana conllevará la conversión de la actual carretera de Madrid en avenida urbana y la remodelación de las glorietas de La Paz y Bariloche. La futura línea será cubierta por una flota de cinco trenes, con una frecuencia de paso de 10 minutos y una velocidad media de 20 kilómetros por hora (incluyendo esperas en las paradas), lo que permitirá completar todo el recorrido en 11,30 minutos. La demanda prevista es de tres millones de viajeros al año.