Aspar acusa de frivolidad a la escudería italiana

La organización del Gran Premio de Europa, el próximo día 23 en Valencia, se ha convertido en un camino lleno de obstáculos para Valmor Sports, la empresa responsable del evento, que se ve presionada por la escasa venta de entradas. Su vicepresidente, Jorge Martínez, Aspar, se mostró ayer disgustado por la ausencia de Michael Schumacher y criticó la actitud de Ferrari: "Lo que nos ha sorprendido es que anunciara su regreso si no lo tenía claro. Ha sido una mala noticia para todos".

La renuncia de Schumacher se une a la probable ausencia de Fernando Alonso (Renault), sancionado en el Gran Premio de Hungría por un error de sus mecánicos. A falta de que el próximo día 18 la FIA decida sobre si levanta o no el castigo al español, la carrera ha perdido su principal foco de atención. El efecto Schumi había servido para impulsar la venta de entradas, estancada desde la apertura de las taquillas, el 1 de abril, con lo que el frustrado retorno del kaiser ha favorecido por unos días a Valmor a pesar del enfado de Aspar.

En las últimas dos semanas se habían despachado unas 15.000 entradas, lo que ha elevado la cifra a 45.000. Pero, sin el heptacampeón, parece imposible que, cuando sólo faltan nueve días para los entrenamientos, se cubran las 75.000 plazas del circuito urbano, que ha reducido el aforo desde las 112.000 del año pasado. Y las cifras serían peores si varias entidades no ofrecieran abonos de manera gratuita.

La primera edición del Gran Premio de Europa ya sufrió muchas críticas por parte de los aficionados, que se quejaron de la poca visibilidad de algunas localidades. Los vecinos afectados por el circuito también han mostrado su disconformidad en varias ocasiones y, además, los beneficios alcanzaron sólo los 9.000 euros, cifra muy inferior a la prevista por la Generalitat Valenciana, que aportó 64 millones al proyecto.