Flores apuesta por la privatización para pagar las obras del Tram
El pliego de la línea 2 del tranvía de Alicante definirá en septiembre el modelo
La Generalitat quiere dar más protagonismo a la iniciativa privada en las obras de la línea 2 del Tram de Alicante. El Consell, que construye esta línea, pretendía inicialmente sacar a licitación la gestión (igual que la de la línea 2 de Metrovalencia), pero ahora contempla también que el capital privado ayude a pagar las obras y a concluirlas. Un salto cualitativo que el Consell había insinuado para un futuro no tan inmediato y no en relación con las líneas ya en construcción. Pero es que hay que abaratar costes, como admitió ayer el consejero de Infraestructuras y Transportes, Mario Flores.
El consejero espera tener listos en septiembre los pliegos de condiciones "para la concesión mixta público-privada" (rechaza hablar de privatización argumentando que las líneas no existían y que, por tanto, no eran públicas) de la línea 2 del tranvía de Alicante (Tram). Ese mes se presentarán a los sindicatos. El consejero aseguró que estudia qué modelo se usará en esta iniciativa, es decir, si el sector privado entrará sólo en la gestión y explotación de la línea que unirá el centro de Alicante con Sant Vicent del Raspeig, o también lo hará en la infraestructura propiamente dicha. Y aunque recordó que las obras "las ha iniciado" el Consell, dejó claro también que "ni muchísimo menos están pagadas" y que "hay temas por terminar como la nueva estación intermodal de la avenida de la Estación". La línea 2 del Tram funcionará previsiblemente antes de que termine el año próximo.
Flores recuerda que las obras no están "ni muchísimo menos pagadas"
Flores realizó estas declaraciones durante la visita, con una amplia representación de responsables políticos y empresariales alicantinos, de las pruebas de circulación del nuevo ramal del tranvía, 4,5 kilómetros de longitud por la playa de San Juan, en los que se ubicarán siete nuevas paradas. El ramal ha supuesto 26 millones de inversión y la previsión es que empiece a funcionar en la segunda quincena del próximo mes de septiembre.
El consejero, que en alguna ocasión ya había dejado entrever que el capital privado podría acabar participando también en la construcción de futuras líneas a cambio de su posterior gestión, se escudó igualmente a la hora de explicar la nueva posibilidad mencionada para una línea ya en ejecución por parte del Consell, en las experiencias de ciudades como Madrid, Sevilla o Barcelona, donde las concesionarias han construido las infraestructuras para después explotar las líneas. En su argumentación sobre el papel que debe jugar la iniciativa privada en la red de transporte, Flores dejó claro que en líneas generales el Consell está tratando de abaratar costos. Y puso otro ejemplo: la creación de sociedades mixtas de mantenimiento que reciban encargos no sólo de los trenes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) sino de terceros.
Por otro lado, Flores mostró su disposición a tratar en la próxima reunión con el Gobierno su voluntad de impulsar el AVE regional (entre poblaciones de la Comunidad), una idea que desde la Consejería de Infraestructuras y Transportes se menciona ocasionalmente desde hace años pero de difícil concreción por el alto coste que supondría y la complicada situación de las arcas de la Generalitat. La iniciativa privada, de nuevo, se perfila como única posibilidad.
El consejero explicó que tres semanas atrás una delegación del Consell encabezada por su presidente, Francisco Camps, se desplazó hasta Londres para conocer la fórmula de concesión usada para el tren de alta velocidad entre la capital británica y la vecina Kent. Un modelo de concesión múltiple a distintas empresas que Flores no mostró ningún interés en aplicar.
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