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Reportaje:Dinero & inversiones

Los dueños del parqué

La crisis provoca cambios en la propiedad de las acciones en España

David Fernández

La intensidad de la crisis económica está provocando cambios en la estructura de la propiedad de las compañías cotizadas. Mientras las familias españolas mantienen su participación en Bolsa con un 20,2% de la capitalización (muy por encima de la media europea, situada en el 14%), el sector financiero (bancos, cajas, fondos de inversión y de pensiones y aseguradoras) ha pasado de controlar el 17,6% a tener sólo el 15% en apenas un año. La urgencia por captar liquidez está obligando a muchas instituciones a vender una parte importante de sus participadas. La pérdida de peso relativo del sector financiero se ha visto compensada, sobre todo, por los inversores no residentes, que ya poseen el 38,5% del valor de las empresas cotizadas, la cifra más alta de la historia, según los últimos datos publicados por Bolsas y Mercados Españoles. Éstos son los dueños del parqué.

Bancos y cajas venden acciones por su necesidad de liquidez
Las familias españolas tienen el 20% de la capitalización

- Bancos. En la década de los noventa del pasado siglo la cartera industrial de los grandes bancos se asemejaba a un gran pulpo: casi no había sector cuyos tentáculos no abarcaran. El modelo económico que surgió durante la transición creó fuertes vínculos entre banca y empresa. Así se explica, por ejemplo, que en 1999 el BBVA tuviese participaciones en 18 compañías cotizadas (Acerinox, Acea, Bodegas y Bebidas, Lemona, Vidrala, Endesa...), la misma cantidad que tenía el

Santander (Parques Reunidos, Urbis, Airtel, Fenosa, Dragados...).

En cambio, con el proceso de internacionalización emprendido, primero en Latinoamérica y más tarde en Europa, Estados Unidos o Asia, las entidades se ven obligadas a realizar desinversiones para financiar esta expansión de su negocio tradicional. De esta forma, los dos grandes bancos se han ido desprendiendo de casi todas sus participadas. Gamesa y Cepsa han sido las últimas enajenaciones de calado del BBVA y el Santander, respectivamente.

- Cajas. Coincidiendo casi en el tiempo con el inicio de las desinversiones de los bancos, las cajas de ahorro iniciaron la senda opuesta. En un entorno de bajos tipos de interés encontraron en la confección de carteras industriales una alternativa para complementar la rentabilidad de su negocio tradicional, además de tener un papel clave en el tejido industrial. La mayor evidencia de esta política es que La Caixa tiene la mayor cartera del mercado español. Sus participaciones (Repsol, Gas Natural, Telefónica, BME...) tenían a 31 de julio pasado un valor de más de 15.000 millones de euros. Tras la caja catalana se sitúan las participaciones industriales de Caja Madrid (valoradas en 3.400 millones),

BBK (2.600 millones) y Bancaja (2.264 millones).

El papel protagonista de las cajas en la Bolsa podría, sin embargo, estar en peligro. La crisis ha disparado la morosidad de unas instituciones que controlan la mitad del sistema financiero español. Para reforzar su balance, las cajas tienen diferentes alternativas, como recibir inyecciones de capital público, fusionarse con otra entidad, emitir cuotas participativas... o también vender participaciones bursátiles. La recuperación desde mínimos de la renta variable ha permitido que sus paquetes accionariales recuperen parte del valor perdido desde el estallido de la crisis. El problema es que las cajas se muestran reticentes hacia esta iniciativa, puesto que la cartera industrial les otorga capacidad de decisión en sectores estratégicos como el energético, así como en sus regiones de origen. Además, la presencia de una caja en el capital de una compañía va más allá de participar en su gestión y beneficiarse de los dividendos, ya que también suele incluir negocios financieros con la empresa.

Una hipotética venta de participaciones pasaría factura a la cotización de aquellas compañías con mayor presencia de cajas en su accionariado. Sin embargo, este escenario no se ha cumplido. De momento, las entidades se han limitado a realizar desinversiones puntuales. La Caixa, por ejemplo, comunicó a finales de julio pasado que había vendido un 1% en Telefónica apuntándose unas plusvalías de 249 millones.

- Fondos de inversión. La entrada del euro atrajo a la Bolsa española numerosos fondos de inversión y de pensiones extranjeras. La presencia de estos inversores institucionales en el capital de las compañías no suele exceder del 5% del capital, pero sus movimientos se dejan notar en las cotizaciones. Estos inversores se suelen mantener al margen de la gestión de las empresas en las que están presentes, delegando su voto al consejo en las juntas. Sin embargo, empiezan a darse casos de activismo como la reciente asociación de varios fondos presentes en Cintra para exigir una ecuación de canje cuando se produzca la fusión entre la concesionaria y su matriz, Ferrovial , que favorezca sus intereses.

Capital Group es la gestora con más poder en el mercado español. Sus participaciones, principalmente en los grandes valores del mercado (Santander, Telefónica, BBVA,

Inditex y ArcelorMittal), suman un valor de mercado de 6.655 millones. Tras esta institución, surgida de las cenizas del crash bursátil de 1929, se sitúan Barclays Global (vendida recientemente a Blackrock), con acciones valoradas en 4.186 millones, Vanguard y Fidelity.

- Grandes patrimonios. Algunas personas o familias también han ido confeccionado en los últimos años sus propias carteras industriales. Amancio Ortega, presidente y fundador de Inditex, tiene participaciones en Bolsa por valor de 13.780 millones de euros. A sus acciones en el grupo textil ha sumado paquetes en el Banco Pastor y en NH Hoteles. También tuvo en su día exposición a Astroc, símbolo del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.La familia Del Pino ha ido también diversificando sus inversiones. Aparte de su participación en Ferrovial, han entrado en el capital de Acerinox, Gamesa, Indra, Pastor, Dinamia y Ebro Puleva. En total, su cartera de participadas (incluida Ferrovial) tiene un valor de mercado de 2.722 millones.

Soledad en la Bolsa de Madrid, en febrero, en una jornada marcada por la crisis económica.
Soledad en la Bolsa de Madrid, en febrero, en una jornada marcada por la crisis económica.CARLOS ROSILLO

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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