Transportes propone un nuevo bulevar para San Sebastián

Hasta el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, se llevó una sorpresa. El viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, aprovechó ayer su visita a la capital guipuzcoana para anunciar que su departamento propondrá al Gobierno vasco y al consistorio soterrar las vías del tren entre Anoeta y Morlans para convertir este tramo en un nuevo bulevar peatonal para la ciudad. El proyecto se abordará una vez que esté terminado el proyecto estrella de Transportes para la capital guipuzcoana: un metro de 4,35 kilómetros entre la actual estación de Anoeta y la de Lugaritz (junto al Antiguo), ambas de EuskoTren.

Gasco reveló el proyecto durante la inauguración del nuevo túnel ferroviario de Morlans para ciclistas, que conectará el barrio de Amara con los del Antiguo e Ibaeta. Es la primera galería urbana exclusiva para bicicletas de Europa, según el Ayuntamiento. El azar quiso que Gasco pudiese inaugurar esta obra por la que peleó durante años en su etapa como edil donostiarra.

"El bulevar abriría muchas posibilidades", explicó el viceconsejero a este periódico tras la presentación. "Permitiría reforzar nuestra apuesta por la sostenibilidad y crear una conexión a pie entre la ciudad deportiva y la ciudad universitaria", recalcó. El paseo tendría 1,5 kilómetros de longitud y diez metros de ancho. Recuperar este espacio, destacó, permitiría dar un nuevo impulso al barrio de Amara, el más poblado de la ciudad.

La operación viene de la mano de las posibilidades abiertas con la creación de un metro para Donostialdea. "Todo esto hay que pactarlo con el Ayuntamiento", recalcó. El soterramiento del trazado también permitiría dar una respuesta a los vecinos que piden el derribo del viaducto Carlos I, la entrada y salida de la A-8 en el municipio.

Elorza explicó durante el acto de presentación del túnel para ciclistas que el Ayuntamiento analizará la posibilidad de montar una lanzadera para conectar los parques empresariales de Miramón y Zuatzu con una nueva línea de autobús que incluiría una parada en la estación de Lugaritz, que conectaría con este nuevo y peculiar bidegorri.