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Reportaje:Dinero & inversiones

Adiós a la renta por mi piso

El menor precio de la vivienda frena la hipoteca inversa

El desconcierto sobre lo que valen hoy las cosas, y, sobre todo, sobre el precio de los pisos se refleja a la perfección en el limbo total en el que ha entrado la hipoteca inversa. Este producto, que hace cosa de cuatro años se puso de moda en España como una vía para incrementar los recursos de los mayores, no despega. La crisis ha acabado de desdibujar las expectativas que inicialmente se depositaron en él.

Se trata de un préstamo pensado para personas con más de 65 años de edad que estuvieran dispuestos a aportar su vivienda como garantía ante una entidad financiera y que le sacaran jugo al convertir su valor en rentas mensuales, de por vida o no. Su filosofía se explica a través de este interrogante: ¿de qué sirve tener un valioso piso, fruto del ahorro de toda una vida, como tiene más de un 70% de personas de la tercera edad en este país según la Fundación Edad & Vida, si al mismo tiempo sus propietarios no disponen de dinero con que vivir con cierto desahogo?

Casi todas las cajas y bancos dicen que la demanda no despega
La caída del precio de los pisos reduce las expectativas de la renta hipotecaria

"La hipoteca inversa tiene sentido si las expectativas sobre los precios de la vivienda apuntan hacia el alza, pero lo pierde con el parón inmobiliario actual", constata Ramón Gras, director de banca retail del Banco Sabadell. La clave del interés de este producto pasa por la posibilidad de que, cuando fallece el hipotecado, sus herederos puedan vender la vivienda y saldar así la deuda aún pendiente. Ahora bien, se supone que el importe que se embolsarán con esta venta del piso será superior a la deuda pendiente, ya que con los años se supone que el piso se revaloriza.

Eso es lo que estuvo ocurriendo durante los años previos a la crisis. Pero el mercado va al revés. La estadística oficial apunta a una caída del 8,3% de los precios, pero en el sector se estima que la bajada oscila entre el 20% y el 30%. Además, los expertos apuntan que el precio no ha encontrado todavía su suelo.

Si el Sabadell deja en "prácticamente cero" las hipotecas inversas que firma, los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, ofrecen aún datos más imprecisos, ya que sugieren que no superan "unas pocas decenas". A la hora de bucear en las razones, ambos bancos niegan que el problema resida en el producto en sí, y también que las causas tengan que ver con el pinchazo del valor de los pisos. Al igual que La Caixa o que Caixa Catalunya, coinciden en que no hay prácticamente demanda y en que, a diferencia de lo que ocurre en países como Reino Unido o Estados Unidos, en España culturalmente no se concibe más alternativa que la de dejar en herencia un piso a los hijos.

"No es cierto. Sí hay interés y sí habría demanda, y más cuando la necesidad de ingresos se hace más acuciante con la crisis, en un país donde la pensión media no supera los 800 euros al mes y donde el principal modo de optimizar recursos que tienen los mayores es su casa", replica Albert Vergés, director general de la Fundación Edad & Vida. Para Vergés, el interés de los mayores se está reduciendo porque, con las inferiores valoraciones de las viviendas, las rentas mensuales que ofrecen los bancos son menos atractivas. "Por 800 o 900 euros más al mes, te lo piensas. Por 300 o 400, tal vez no", subraya.

Además, los bancos reducen su exposición al riesgo reduciendo el porcentaje del valor del piso sobre el que se concede la hipoteca (antes podía ser de un 80% o 90% y ahora es el 60% o, en algunos casos, hasta del 40%).

A Marc Malgosa, de 75 años de edad, y que contrató una hipoteca inversa hace cuatro, le sale una renta de 600 euros al mes y se muestra satisfecho. "Tenemos nueve hijos. Y tenemos un piso. Los hijos siempre hacían broma y decían, que cuando nos muriéramos, sólo le tocaría cuatro céntimos a cada uno", cuenta Malgosa, cuya hipoteca con Caixa Terrassa es por 18 años. "Creo que lo que ocurre es que la gente desconoce este producto. Nos ayuda a poder hacerle algún regalito a los nietos o a darnos algún capricho, porque no nos faltaba de nada, pero tampoco íbamos sobrados", añade.

Caixa Terrassa es la entidad que más fe profesa en las rentas hipotecarias, en las que fue pionera, junto con Ibercaja. "No creemos que los pisos vayan a bajar ya mucho más y, aunque tarden en volver a subir, a 10 o 15 años vista, seguro que acabarán valiendo más que ahora", subraya Pere Catalán, director de Planificación Comercial de esta entidad. Caixa Terrassa sigue creyendo en ellas y asegura que firma cerca de 50 operaciones al mes. "Sí, esta cifra es un 35% inferior a la de hace un año, pero eso ocurre en todos los créditos", añade.

"Hoy, la hipoteca inversa casi ha dejado de existir porque, a las dudas del banco sobre cuánto va a vivir una persona, se añade con la crisis la incertidumbre sobre cuál será el valor final del piso y la incertidumbre sobre la deuda final que quedará, ya que se van acumulando intereses hasta que fallezca la persona", apunta Jesús Muro, registrador de Sant Boi de Llobregat. Muro asegura que, hace un par de años, veía dos o tres operaciones al mes y que, en lo que va de año, no ha visto más de una.

"Todo influye. La crisis ha hecho bajar la contratación del producto, pero es cierto que nunca tuvo mucho predicamento, entre otras razones por razones culturales", opina Javier Gómez Gálligo, letrado adscrito a la dirección general de registros y notariado.

Estas hipotecas existían, pero no se clarificaron legalmente hasta 2007. La clarificación conllevó la introducción de beneficios fiscales en el caso de que la vivienda en garantía fuera la principal y siempre que su propietario hubiera cumplido los 65 años de edad o tuviera algún tipo de discapacidad. Ni el Banco de España, ni la Asociación Hipotecaria, ni el Instituto Nacional de Estadística (INE) dispone de datos sobre el éxito. Tampoco el ministerio de Economía, que sí constata "el cambio de contexto puede haber influido en que se hagan menos". Gómez Gálligo, sin embargo, augura que, pese a todo, en el futuro, la hipoteca inversa tendrá éxito. "Cuando se superen reticencias culturales y cuando reviva la economía, la gente se dará cuenta de que es un producto bueno para vivir bien", concluye.

Marc Falgueras y su esposa contrataron hace cuatro años una hipoteca inversa.
Marc Falgueras y su esposa contrataron hace cuatro años una hipoteca inversa.ARNAU BACH

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