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La crisis de Caramelo se agrava tras la ruptura del comité de empresa

La CIG se niega a convocar una nueva asamblea para votar el ERE

La crisis de Caramelo ya no es sólo empresarial y laboral. También sindical. La ruptura del comité de empresa, con abultada mayoría de la CIG frente a CC OO, escenifica la división de una plantilla que semanas atrás ya hizo explícito, en parte, su desacuerdo ante el "no" rotundo e insistente de sus representantes a cada una de las propuestas de la empresa para negociar un expediente de regulación de empleo que afectará a 237 trabajadores. Y ahora ha sido la iniciativa de un grupo de trabajadores, que han recabado firmas y superado el tercio necesario de apoyos para que se repita la última votación en asamblea, lo que ha acabado por romper la unidad sindical y dividir a CIG y CC OO.

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Con tres frentes abiertos (el grupo de trabajadores que promueve la nueva asamblea, el apoyo a su iniciativa por parte de CC OO y la negativa rotunda de la CIG), el comité tiene hasta hoy de plazo para pronunciarse y aceptar que se repita la votación, como recoge el Estatuto de Trabajadores. De no ser así, fuentes del nuevo grupo de empleados en desacuerdo con la CIG aseguran que se consideran legitimados para celebrar la asamblea, que está prevista para el próximo lunes. "Representamos a más del 40% de los empleados", dice este colectivo, "así que, de impedirse la votación, recurriremos a la Magistratura de Trabajo para hacer valer nuestros derechos".

"Con este referéndum se pretende garantizar una votación libre y secreta a las medidas acordadas en la última mesa de negociación entre mediadores de la Xunta, empresa y sindicatos", recuerda el nuevo grupo, que recurre a datos para ilustrar la división de la plantilla ante el ERE. En la última asamblea, de 214 votos, fueron 114 los que se pronunciaron en contra de aceptar las condiciones de la dirección de Caramelo, mientras que 91 optaron por el sí, con nueve abstenciones. La plantilla llamada a la asamblea, según sus datos, es de 447 trabajadores.

La CIG, con 12 miembros, y CC OO, con cinco, se reparten el peso en el comité de Caramelo, pero el desacuerdo se hizo explícito el jueves, cuando Comisiones anunció su apoyo a la propuesta del nuevo grupo. La CIG, que calificó la propuesta de "golpe de Estado", reclamó ayer la intervención directa del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al constatar el fracaso del conselleiro de Economía, Javier Guerra, como mediador en el conflicto. El peso de la Xunta como accionista de Caramelo a través de Xesgalicia, que cuenta con un 7,5% del capital (el resto lo detenta la corporación Inveravente), es la baza que plantea ahora parte del comité como último recurso.

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Como telón de fondo del conflicto está la votación sobre la última propuesta realizada en la negociación para el despido de los 237 trabajadores, a los que la compañía pretende indemnizar con 39 días por año trabajado, con un máximo de 37 mensualidades y un tope de 60.000 euros. Eso es mejor que acogerse a la Ley Concursal, dicen en CC OO. Para la central nacionalista, no es más que una burla a los representantes de los trabajadores. Mientras, la empresa mantiene silencio sobre la crisis, ahora también sindical, en el seno de Caramelo.

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