La liturgia rock de Springsteen
El rockero de New Jersey sacude con su música a sus seguidores en Benidorm
Una atronadora Badlands, la trotona Working on a Highway y la eternamente jovial Hungry Hearth, coreada por el público. Así se hace honor a la leyenda. La nota jocosa la había puesto el acordeón de Nils Lofgren, con unas notas de Los Pajaritos, muy a tono con el carácter veraneante y lúdico de Benidorm, un guiño a la parroquia local. Así comenzó el primer concierto de Bruce Spriprimer concierto de Bruce Springsteen al frente de su famosa E Street Band en la Comunidad Valenciana, y quién sabe si también el último, salvo que la mítica formación del rockero de New Jersey siga desafiando a las más elementales leyes de la longevidad. El concierto de anoche, el mayor evento musical del verano en nuestra comunidad después del Festival Internacional de Benicàssim, despertó gran expectación.
Las largas colas de incondicionales podían verse en los aledaños del estadio de Foietes desde primera hora de la tarde. Un público mayoritariamente hispano, con puntual presencia de turistas británicos y por lo general no menor de los 35 años. Aún así, no era demasiado difícil acercarse a unos 20 metros del escenario si se accedía sobre las siete de la tarde, hora de apertura del recinto. Algo difícil de ver en el resto de capitales españolas. Y es que con dificultad el estadio apenas reunió a algo menos de 30.000 espectadores, la previsión más optimista para la organización. La parafernalia en el exterior, la habitual en esta clase de eventos masivos: decenas de puestos ambulantes de comida y bebida, toda suerte de oportunistas en busca de negocio rápido y algún que otro veraneante británico pasado de alcohol en busca de alguna entrada rebajada de precio.
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