Robben renuncia a la pelea
Al holandés, que debe convencer a Pellegrini para quedarse en el Madrid, se le ve desganado
Arjen Robben nunca se ha caracterizado por ser un peleón y dejarse la piel. Por lo menos, en un campo de fútbol. Pero nunca se le había visto tan desmotivado, casi sin ganas, como en la pretemporada en Irlanda y, sin ir más lejos, como en el partido del pasado martes entre el Madrid y el Liga de Quito en el estadio Bernabéu. El holandés entró en junio en una hipotética lista de traspasables -el club quiere hacer algo de caja para amortiguar el coste de su fichaje, 37 millones de euros, y espera que llegue una buena oferta-, pero, pese a ello, no es de los jugadores a los que Manuel Pellegrini ha pedido directamente que se busquen equipo porque no cuenta con ellos. De momento, el técnico sólo se lo ha dicho a Heinze, Van der Vaart, Huntelaar y Negredo.
Contra el Liga de Quito, ningún remate, dos ataques, un centro y ninguna recuperación
No convocado por un problema muscular en el primer amistoso y suplente en el segundo, Pellegrini, de acuerdo con su política de rotaciones, decidió darle la titularidad el martes. Robben, que en teoría está luchando por un puesto de titular o, al menos, por complicar la vida al chileno a la hora de tomar decisiones, duró 40 minutos. Luego, pidió el cambio. Dio la impresión de que quería largarse del estado de parálisis que estaba viviendo el equipo. De su presencia en el campo quedaron los embudos en la línea medular, ningún remate a puerta, ningún remate fuera, dos jugadas de ataque, un centro al área -por cuatro de Granero- y ninguna recuperación del balón. Poco para alguien que no tiene garantizada la titularidad en el once ideal del técnico.
A Pellegrini no le debió de hacer mucha gracia. Sobre todo, al comprobar que, con la salida de Robben y la entrada de Granero, canterano, el Madrid reencontró el pulso. "Nos han dado muy fuerte... Benzema ha tenido que salir y Robben también porque tenía una contractura en el gemelo por un duro golpe que recibió nada más empezar el partido", comentó, sin embargo, el entrenador al final del encuentro, negando que la sustitución del holandés fuera por decisión técnica. "Estos partidos sirven para repartir una carga pareja de minutos entre todos los jugadores, no para tomar decisiones". Esa declaración choca con su objetivo declarado de encontrar un once que responda a sus prioridades -"vamos a probar muchas fórmulas porque mis equipos nunca han tenido una fija"- y con el número de faltas contabilizadas al final. No fue precisamente el Madrid el que recibió más -cometió 17 por 14 recibidas-. Y Robben se llevó las mismas patadas que Gago, Benzema y Granero.
El delantero francés intentó seguir tras recibir un fuerte golpe en la tibia, pero los médicos le invitaron a abandonar el terreno de juego. El ex centrocampista del Getafe tampoco tuvo tregua, pero resistió. Más que nada, para demostrar lo que prometió el día que firmó el contrato: "Vengo para luchar por un puesto de titular. En esa misma línea siguió al pasar por la zona mixta: "Esto es el fútbol y hay que aguantar".
Si las ganas de buscarse un hueco en el equipo titular se midieran por la capacidad de aguante, Robben quedaría descartado. Ayer por la mañana saltó al césped de Valdebebas con el resto de sus compañeros, aunque terminó la sesión de trabajo en el gimnasio junto a Benzema, Garay, Sergio Ramos, Marcelo y Huntelaar.
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