La puntilla para Valencia

"Si las cosas no iban bien para el Gran Premio de Europa, en Valencia, esto es lo que faltaba", dijo ayer con su naturalidad habitual Adrián Campos, ex piloto valenciano de fórmula 1. La sanción que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha impuesto al equipo Renault por una infracción técnica en el GP de Hungría, el pasado fin de semana, y que supondrá la ausencia en Valencia del español Fernando Alonso sería, según Campos, "un desastre" para el éxito de la prueba que se disputará el 23 de agosto en el circuito urbano de Valencia.

El ritmo de venta de entradas para el GP de Europa es lento. Lo ha sido desde que se abrieron las taquillas, el pasado 1 de abril. A falta de sólo 26 días para la celebración de la carrera, la organización dice haber vendido unas 30.000, menos de la mitad de la capacidad del circuito. Capacidad, por cierto, mucho menor que la de la primera edición de la prueba, el año pasado, que acogía a 112.000 aficionados y que se cerró con dos millones de euros de pérdidas pese a que las cifras oficiales arrojaron unos beneficios de 9.000 euros. Este curso, con la excusa de la mala visibilidad desde algunas gradas, la organización la ha reducido a 75.000 espectadores. Y aspira a cubrir, al menos, el 80% del total. Ésas, claro, eran las previsiones que Valmor, empresa organizadora del gran premio, manejaba antes de conocer la sanción que impediría a Alonso participar.

El entorno del piloto español confía en que pueda correr mientras se estudia el recurso

La noticia cayó cual jarro de agua helada sobre Valmor, que no tardó en reaccionar. "La FIA debe pensar en los aficionados. Muchos de ellos han comprado entradas para ver correr a Alonso en Valencia", dijo Jorge Martínez Aspar, vicepresidente de la firma, consciente de que la venta caerá aún más sin el asturiano en la parrilla de salida. El 80% de los aficionados que asistieron al GP de Europa el año pasado eran españoles y el 60% de ellos valencianos. Público al que Aspar esperaba enganchar en este último mes, previo a la carrera, con las mejoras recientes experimentadas por Alonso, bicampeón del mundo, en su Renault y con todo tipo de promociones. De hecho, Aspar estaba emocionado con la pole conseguida por el piloto el pasado fin de semana. Una exhibición que impulsaría la prueba valenciana, de la que Alonso ya se retiró en la primera vuelta en 2008. Aunque Aspar y su equipo no pierden la esperanza: "Sería una lástima que no estuviera. Tenemos confianza en que pueda correr".

Lo mismo opina el entorno de Alonso, que cruza los dedos para que el Tribunal de Apelación no se reúna hasta septiembre para estudiar el recurso que Renault ya ha presentado. De ese modo, Renault podría estar en Valencia y correr bajo apelación, a la espera de la resolución y una posible sanción. Su presencia y la de Jaume Alguersuari, el otro español en el Mundial, que se estrenó el domingo en Hungría, serían un excelente reclamo para Valencia, como también la posible participación de Marc Gené o de Michael Schumacher al volante del Ferrari en sustitución de Felipe Massa.

Los médicos que atienden al brasileño en el hospital de Budapest en el que fue intervenido de urgencia, tras el accidente sufrido en Hungría, aseguran que tiene gravemente afectado su ojo izquierdo. "No sabemos si podrá volver a conducir", afirmó el doctor Robert Veres. Eso sí, no se teme por su vida ni se han detectado daños neurológicos.