Winehouse reaparece para ir al juzgado tras meses de retiro

Amy Winehouse no hace más que entrar y salir de los juzgados. Hace dos semanas se divorció de Blake Fielder-Civil, aunque en aquella ocasión no se dejó ver. Ayer, en cambio, se puso sus mejores galas para asistir al juicio en el que se le acusa de golpear a una admiradora tras una actuación en una gala benéfica. Es la primera vez en muchos meses que se ve en público a la polémica cantante, que ha permanecido alejada de las cámaras en la isla de Santa Lucía.

Durante el juicio, que previsiblemente durará dos días, Winehouse tendrá que hacer frente a las acusaciones de Sherene Flash, una admiradora. Ésta asegura que la cantante le propinó un puñetazo en el ojo derecho cuando le pidió fotografiarse con ella al término de su actuación en un baile benéfico celebrado en septiembre de 2008 en Londres.

"Se lo pedí de manera muy educada", ha explicado la admiradora, "pero ella reaccionó de manera violenta, probablemente bajo los efectos del alcohol o las drogas".

Amy Winehouse, por el contrario, sostiene que se sintió "intimidada" por Flash, que la agarró y le impidió despedirse de un amigo suyo que pasaba por allí. "Mi única reacción fue apartarme de ella", asegura.