Innovador, tradicional y grande

La muerte de Aníbal González tiñó de luto hace 80 años la arquitectura sevillana. El mismo año de su fallecimiento se celebró la Exposición Iberoamericana, el acontecimiento en el que dejó su impronta el arquitecto. Aníbal González (Sevilla, 1876-1929) simboliza el cambio urbanístico que experimentó la ciudad a raíz de la Exposición de 1929. Obras como el Pabellón Mudéjar (hoy Museo de Artes y Costumbres Populares), el Pabellón de Bellas Artes (hoy Museo Arqueológico Provincial) y la Plaza de España dan fe de una trayectoria marcada por el respeto a la tradición arquitectónica de la capital y el deseo de trascenderla.

El Ayuntamiento de Sevilla quiere que 2009 sirva para reivindicar la importancia de Aníbal González. Por ello ha convocado un concurso de ideas para erigir un monumento conmemorativo del arquitecto en la Plaza de España. No es casual el emplazamiento. Se cumplen también 80 años de la inauguración de la Plaza de España, la obra más célebre de Aníbal González y la que le consagró como el creador imprescindible de la Exposición de 1929. El monumento se instalará en la glorieta que lleva el nombre del arquitecto, en el eje que forman la Plaza de España y el Parque de María Luisa.

"Aníbal González fue innovador en su tiempo. Tuvo contestación a causa de la altura de las dos torres de la Plaza de España. La contestación a su proyecto fue originada por el impacto que podrían tener las dos torres sobre la Giralda. Al final, esta obra se terminó construyendo. Y hoy complementa la nueva ciudad con la ciudad histórica. Aníbal González es un ejemplo de cómo se puede hacer compatible nuestra tradición con la innovación", resumió ayer el concejal de Presidencia y Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que presentó el concurso de ideas junto a Aníbal González Serrano, nieto del arquitecto.

"La obra de la Plaza de España es un exponente de su valentía para asumir las tendencias del momento. Gracias a este talante por lo nuevo, por lo ecléctico, Aníbal González forjó lo que se denomina el estilo sevillano, conocido en todo el mundo", agregó Gómez de Celis.

El concurso de ideas está abierto a todo tipo de expresión artística. Los bocetos se expondrán ante el público antes del fallo del jurado, que se producirá a finales de diciembre. El concurso está dotado con un primer premio de 12.000 euros, además de la ejecución del monumento por un importe máximo de 80.000 euros (se excluye el basamento). Habrá un segundo premio de 6.000 euros y un tercero de 3.000 euros.

El jurado estará presidido por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y estará integrado por los concejales y responsables de empresas públicas que participan en la rehabilitación de la Plaza de España (Presidencia y Urbanismo, Parques y Jardines, Edificios Municipales, Consorcio de Turismo, Emasesa). Formarán asimismo parte del jurado un doctor en Bellas Artes o Historia del Arte designado por la Delegación de Cultura de la Junta y la familia de Aníbal González.

El plazo de inscripción para los artistas que quieran participar en el concurso estará abierto hasta el 15 de septiembre. De esta forma, la exposición pública podrá realizarse durante la primera quincena de diciembre para tener el fallo del ganador a finales de 2009.

Además, el Ayuntamiento prevé crear un museo en la Plaza de España dedicado al arquitecto. La Delegación de Presidencia y Urbanismo solicitará a Patrimonio del Estado la cesión de un espacio en la zona de galerías de la Plaza de España para albergar el museo. El Ayuntamiento mediará ante la Fundación Fidas para que los 2.608 planos y fondos documentales del arquitecto que están depositados en ella sean cedidos a este museo. "En el museo se expondrían todos los planos arquitectónicos, documentos y fotografías", dijo Gómez de Celis. "Y algún tipo de mobiliario que perteneció a Aníbal González", precisó el nieto del arquitecto. Sevilla devuelve, así, parte de lo que debe a un arquitecto cuyas obras son una seña de identidad de la ciudad.