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Reportaje:TOUR 2009

Armstrong, "el mejor perdedor del mundo"

El tejano dice que para él "la carrera está acabada" y se ofrece a Contador como gregario

Lance Armstrong, probablemente el mejor ciclista del mundo, dejó a ayer de serlo según su propia confesión en su Twiter, su órgano habitual y casi único de comunicación con el periodismo. "Ahora ya se sabe quién es el mejor corredor del mundo", decía de Contador, "y quién es el mejor perdedor del mundo", decía el estadounidense sobre sí mismo, que aun así recordó: "Yo antes era el mejor del mundo". Armstrong supo perder con la elegancia que quizá le faltó en las dos semanas anteriores, cuando zascandileó con una guerra psicológica a su "compañero" de equipo que sólo buscaba enmascarar sus carencias.

El ganador de siete Tours dijo que felicitaba "de todo corazón a Contador porque ha estado superior y con mucho punch".

"Ha estado superior y con mucho 'punch', ya se sabe quién es el mejor", dijo del español
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Armstrong no sólo fue batido por Contador sino por muchos de los rivales que aspiran a ganar el Tour. Fue una cura de humildad que, sin embargo, quiso centrar en el corredor español: "Cuando todos van al límite y tú eres capaz de acelerar de nuevo es que eres un ganador del Tour. Yo ya he hecho eso varias veces. Hoy lo ha hecho Alberto".

Contador se había referido siempre a Verbier, en las etapas previas, como una subida no demasiado exigente. Sin embargo a Armstrong se le hizo muy dura: "He sufrido mucho y he estado al límite. Y está claro que yo no tengo la aceleración de Alberto", afirmó en una absoluta declaración de derrota. Armstrong no quería paños calientes, ni escudarse en aquellos asuntos tácticos, anímicos o estratégicos a los que había recurrido en las dos semanas anteriores que, para muchos, anticipaban su decadencia. "La carrera está acabada para mí", sentenciaba sin tapujos. Incluso alababa la firmeza de Contador "para asumir la presión a la que estaba sometido y ser capaz de responder como ha respondido". Curioso análisis cuando la presión la tenía en el interior de su propio equipo y que Bruyneel, el responsable del Astana, manejaba con la diplomacia de los supervivientes.

Para que no hubiera ninguna duda sobre su cambio de actitud, Armstrong incluso se ofreció a Contador para trabajar "como gregario". "Estoy orgulloso de él", remachó el corredor americano.

Eran las dos caras de la carrera. La cara triste de Contador se había revelado alegre ayer en los montes suizos, mientras la cara desafiante de Armstrong los días previos se transformó en una mueca de humildad.

No se cruzaron en el camino. Cada uno fue a un camión distinto al concluir la etapa. No por nada. Circunstancias. Luego los trabajos son distintos para el ganador y los demás. Armstrong se da por derrotado a pesar de ser segundo en la general a 1m 37s de Contador. El tiempo es lo de menos. Sabe que, a sus 37 años, los 26 de Contador le dejan muy atrás. Las piernas intimidan más que los minutajes. Desde hoy, dice Armstrong, será el primer gregario de Contador, el que luce el número 22 en el dorsal, el que sigue al del jefe.

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