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Reportaje:

La espalda es de Peirsol

Recupera el récord mundial de 200m en un duelo épico con Lochte

Mark Schubert, el entrenador jefe de la natación estadounidense, habla de cuatro líderes en su equipo: Michael Phelps, Dara Torres, Aaron Peirsol y Ryan Lochte. Por sus medallas y marcas los conocerán. Los dos últimos protagonizaron ayer en la quinta y última jornada de los campeonatos nacionales una carrera épica en los 200m espalda. Aaron Peirsol, de nuevo sin traje completo, a torso limpio, sólo con los pantalones Arena, recuperó el récord mundial que su compatriota Ryan Lochte le había quitado en la final olímpica de Pekín. Con 1m 53,08s destrozó los 1m53,94s de su compatriota, que vistió su habitual LZR Speedo.

Lochte pasó en cabeza los primeros 50 metros ya con 0,43s por debajo del récord, pero Peirsol fue a más, viró los 100 con 0,59s y con un segundo los 150, aunque con Lochte encima. En el último largo se despegó como un bólido y dejó a 1,13s a su gran rival.

Eran las siete medallas olímpicas (cinco de oro y dos de plata) de Peirsol contra las seis (tres de oro, una de plata y dos de bronce) de Lochte. Peirsol era el rey de la espalda hasta que le sucedió en la distancia larga Lochte, completísimo nadador a la sombra de Phelps y sobre el que se ha llegado a especular si podría superarle. En la cumbre le marcan más las derrotas.

Peirsol, en cambio, ha vuelto cuando parecía perdido. Incombustible. Asombró ya el miércoles al retomar su récord mundial en los 100m espalda y se permitió ser tercero de los 100m mariposa el jueves. Lochte tiene más recorrido. Ganó los 400m estilos el martes, en ausencia de Phelps. Es otro insaciable yendo de menos a más. Al día siguiente fue tercero en los 200m libre ganados por Phelps, con lo que logró plaza para el relevo de 4x200m en los Mundiales de este mes.

El jueves descansó y el viernes se permitió hacer el segundo mejor tiempo en las series de 100m libre, sólo por detrás del luego campeón, Nathan Adrian. Para probar. No le dolía el cuello como a Phelps, pero tras demostrar que es un todoterreno tampoco nadó la final para no cansarse antes de los 200m estilos, en los que a punto estuvo de quitarle uno de los récords mundiales al prodigio de Baltimore, del que es buen amigo y que bajó de la grada a felicitarle. Le faltaron 33 centésimas, tras llegar al último largo con dos por debajo de la plusmarca, pero hizo el segundo mejor tiempo de la historia. "Siento que aún puedo ir un segundo más rápido", dijo entonces. "Veremos que sucede en Roma". Para los Mundiales, parece claro, se anuncian varias bombas made in USA.

Aaron Peirsol, durante la final.
Aaron Peirsol, durante la final.

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