Del andamio al 'casting'

Cerca de 50.000 personas pretenden entrar a la casa de Gran Hermano. La 11ª edición del reality volverá a Telecinco en otoño "como el curso escolar o la última película de Woody Allen, que siempre se estrena por esas fechas", comenta gráficamente Manuel Villanueva, director general de Contenidos de la cadena privada, que asegura que el veterano espacio se convertirá en "la piedra angular" de la parrilla.

GH se estrenó en el año 2000 y a lo largo de este tiempo más de 700.000 personas han acudido a los distintos procesos de selección del concurso que más aspirantes congrega, por eso de que aquí no hace falta saber cantar, bailar o contar chistes. "Este año el perfil de los candidatos es diferente", apunta Mafer Jiménez, coordinadora de casting de Gran Hermano. "El número de participantes es parecido al de otras ediciones, pero con la crisis se está presentando mucha gente que trabaja en la construcción o en pequeñas empresas", remata.

Para Pepa Álvaro, directora de casting del programa que produce Zeppelin, el concursante ideal es "aquel que disfruta, que lo pasa bien y que no busca la fama ni el dinero". "Un imposible, vamos", tercia Mercedes Milá, que pilotará otra vez un reality al que ella considera "el programa con mayúsculas". Y, modesta, añade: "Yo sólo sirvo la mesa de algo que está muy bien hecho". La popular presentadora de GH y Diario de... asegura que ya está buscando junto a su estilista de guardia un vestuario especial capaz de pasmar a la audiencia como ocurrió en la pasada edición con "los trajes regionales tuneados". "Será un estilismo con intención", remata.

El lunes 21 de julio comenzará en Madrid la segunda fase del casting 2009 que, además de las pruebas en hoteles, contará con la novedad "de la búsqueda directa", según Álvaro. Así, este año se organizarán en una discoteca de varias ciudades españolas las fiestas GH 1.1, en las que aquellos que lo deseen podrán realizar una prueba de cámara y someterse después al veredicto de los seleccionadores.

Otra vuelta de tuerca para que el formato que dio a conocer en España el género de la telerrealidad siga siendo "un fenómeno y un acontecimiento social", tal como subraya Villanueva. Y también para continuar enganchando a los espectadores. La décima temporada cerró con una media de 3.784.000 fans (25,9%).