El PSE da "casi" por descartada la moción de censura contra el PNV en Álava
El PSE-EE no se considera emplazado por la fecha del miércoles de la semana próxima, que determina el fin del periodo de sesiones en las Juntas Generales alavesas, para presentar la moción de censura a la Diputación foral de Álava, que gobierna el PNV. Así lo aseguraron a este periódico destacados dirigentes de ese partido, para quienes la presentación de la moción puede darse por "casi" descartada, al menos ahora.
Las mismas fuentes señalaron que el plazo del día 14 ó del 15 no existe salvo para quienes han fijado la atención en esa fechas "por su cuenta o conveniencia", en alusión al PP. Su presidente en Álava, Alfonso Alonso, ha defendido desde que ambos partidos pactaron la elección de Patxi López como lehendakari, que el relevo de los nacionalistas en la Diputación alavesa debería producirse antes de las vacaciones.
Patxi López enfrió ayer también el asunto al señalar, ante una nutrida representación política, institucional, empresarial y social en el Fórum Europa Tribuna Euskadi, que las mociones de censura tienen que asentarse "en realidades". "La situación de Álava", precisó, "depende de si el PNV quiere utilizar las instituciones para colaborar o para enfrentarse al Gobierno vasco y jugar a la contra".
No dio ninguna señal de considerar por ahora "un lastre" la acción institucional de ese partido, tal y como la calificó el presidente del PP, Antonio Basagoiti. A tenor de lo que transmiten no sólo dirigentes socialistas alaveses sino también miembros de la ejecutiva vasca, sería una sorpresa mayúscula que el PSE se descolgara a última hora dando el sí a la moción que los 16 apoderados del PP tienen ya firmada.
Si la iniciativa debe justificarse en la "realidad" de una acción obstruccionista del Partido Nacionalista Vasco hacia el Gobierno, como señaló López, lo cierto es que ese partido no ha dado aún pasos efectivos en esa dirección, más allá de las declaraciones. El amago del diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, sobre la posibilidad de dejar de cofinanciar el metro de Bilbao fue enseguida reconducido por el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y luego por él mismo.
