La federación autoriza el bañador más polémico

Un paso adelante y otro atrás. Ése parece ser el confuso ritmo de la Federación Internacional de Natación (FINA) desde que le estalló en la cara la polémica de los bañadores milagrosos que, gracias al poliuretano y a los efectos de aire, han dejado en las piscinas récords increíbles. Al asombro que produjeron muchas de esas marcas, incluida la mundial de Rafa Muñoz en 50m mariposa (22,43s), le ha seguido más confusión. Si hace un mes el bañador del español, el famoso Jaked 01, fue prohibido por la FINA en la primera criba, ahora ha entrado en la lista de las prendas autorizadas sin que el fabricante haya introducido modificación alguna.

Muñoz ha tenido suerte. Su plusmarca se ha homologado. El francés Bernard, el nadador más rápido del mundo, no tanta. Su récord de 100m libre, el que le convirtió el 23 de abril en el primer hombre en bajar de 47s (46,94s), fue rechazado por haberse realizado con una prenda que no ha pasado este segundo corte (el Arena X-Glide). En la misma situación están el japonés Irie (200m espalda) y las rusas Zueva (50m espalda) y Efimova (50m braza).

"Está decisión va a tener graves consecuencias para la natación y para nosotros", dijo Bernard en un comunicado; "las decisiones de la FINA son contradictorias e imposibles de entender".

Hay algunas pistas para ello. La primera tiene que ver con una batalla comercial, la que mantienen los fabricantes que han participado en todo el proceso de homologación. La segunda, con unos Mundiales que empezarán en menos de un mes en Roma. El debate seguirá el año que viene, cuando entren en vigor nuevas normas más restrictivas.