El aeropuerto de El Prat reta a Barajas
Barcelona doblará el número de pasajeros con la nueva terminal
Con una figura a medio camino entre un avión y un pájaro, diseñada por el arquitecto Ricardo Bofill, la T-1 pasa del plano a la realidad. Después de cinco años de obras y debates, Barcelona inaugura hoy una terminal del aeropuerto que le permitirá ampliar su capacidad de tráfico de 30 millones a 55 millones de pasajeros, y hasta 70 cuando se construya la terminal satélite. Por Barajas pasaron el pasado año casi 51 millones. Se trata de una infraestructura con una superficie equivalente a unos 80 Camp Nou, con la que políticos y empresarios catalanes ven la posibilidad de que El Prat se coloque entre los primeros aeropuertos de Europa y pise los talones a Barajas. Pero, para lograrlo, también quieren mandar en el barco.
Star Alliance operará en solitario en la T-1 hasta que Oneworld llegue en septiembre
La Generalitat y los empresarios urgen a que se descentralice la gestión
Quienes se quejan de agravio comparativo en las dotaciones aeroportuarias alegan que mientras el peso del tráfico de bajo coste en Barajas supuso el 15,% de los pasajeros entre enero y mayo de este año, en Barcelona alcanzó hasta el 40,95% en el mismo periodo, según fuentes de AENA, en buena parte debido al peso de Vueling y Clickair. Y de los 50 millones de viajeros que el aeródromo madrileño movió en 2008, más de 10 (es decir, un 20%), correspondía a vuelos intercontinentales directos, mientras que en el caso barcelonés, de los 30 millones de pasajeros de 2008, sólo el 5,2% correspondía a estos enlaces de largo radio. Empresarios y partidos políticos ven en el modelo de gestión centralizada de AENA ha favorecido a Barajas como centro de conexiones aéreas, al que acuden pasajeros del resto de España y, en ocasiones, de Europa para tomar vuelos de larga distancia.
"Los aeropuertos no forman redes entre ellos, las forman con las demás infraestructuras de un territorio. Son unas de las ventanas más importantes hacia el mundo y hacia la economía global", explica el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls. "Por eso es imprescindible que la gestión se haga desde el territorio al que sirven y teniendo muy presente las necesidades de la sociedad, de sus ciudadanos y de sus empresas. Sólo la gestión descentralizada puede satisfacer eficientemente estas necesidades", recalca Valls, resumiendo el sentir de buena parte de empresarios e instituciones catalanas que llevan tres años reivindicando un cambio en la gestión.
La Generalitat de Cataluña intentará no enturbiar el acto inaugural de hoy, que presidirá el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con la queja de que la promesa de un nuevo modelo tarda en concretarse y, además, no está claro el peso que puedan llegar a tener las comunidades autónomas. No obstante, ningún dirigente de Esquerra asistirá a la inauguración en nombre del partido como señal de protesta, aunque sí lo harán representantes institucionales.
Ayer, socialistas, PP y convergentes se diputaban la paternidad del proyecto, que se empezó a gestar hace 10 años y que supone un desembolso de 5.100 millones de euros, de los que se llevan invertidos 3.100 millones. Los 2.000 millones restantes servirán para construir una terminal satélite entre pistas. La terminal en sí misma ha tenido un coste de 1.258 millones.
No ha habido desviación presupuestaria, de momento. La previsión de inversión en la T-4 de Barajas fue de 1.033 millones de euros, cifra que finalmente ascendió a 6.200 millones, aunque en Madrid se ha construido, además de la terminal, pistas y otras instalaciones complementarias, y se ha abonado expropiaciones.
Mañana estrenarán la T-1 Spanair, Lufthansa y el resto de aerolíneas de Star Alliance, que operará en solitario hasta septiembre, cuando se traslade Oneworld (con Iberia). El presidente de Spanair, Ferran Soriano, defendió ayer a su compañía como la de referencia de El Prat y aseguró que en su nueva etapa, con empresarios e instituciones catalanas como propietarios, lo catapultará.
El problema -o reto, como prefieren decir los hombres de negocios- es que la terminal echa a andar en plena recesión y con el tránsito de pasajeros a la baja. AENA, que ahora gestiona la navegación aérea en solitario, confía en que los buenos servicios que ofrece la T-1 y los indicios de recuperación animen el tráfico.
Comparaciones
- Pasajeros. Barajas movió cuatro millones de pasajeros el pasado mayo y El Prat 2,3 millones. Y, en todo 2008, transportaron, respectivamente, 50,8 millones frente a 30,2.
- Operaciones. Barajas realizó 37.421 el pasado mayo, frente a las 24.984 de El Prat. En 2008, Barajas efectuó 469.746 y El Prat 321.693.
- Carga. Barajas transportó 22.482 toneladas métricas el pasado mayo y El Prat hasta 6.739, mientras que en 2008 la carga de Barajas alcanzó 329.186 y la de El Prat 103.996.
- Vuelos intercontinentales. En Madrid hubo 10 millones de pasajeros que transitaron por estas rutas de larga distancia y en Barcelona, 1,6 millones.
- Sin metro. El metro no llega a la nueva terminal de Barcelona, ni está previsto que lo haga hasta 2014 (será la línea 9). A la T-4 de Barajas sí llega el metro.
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