'Número uno' del mundo y sin Tour

Mediado mayo, poco después de que el tribunal del Comité Olímpico Italiano le prohibiera correr en Italia durante dos años, todas las noticias que se publicaban en torno a Alejandro Valverde reflejaban el rechazo público de los organizadores del Tour (recorre este año unos kilómetros por Italia) y de la Vuelta a Dinamarca (carrera que ni por la imaginación le pasó nunca al murciano disputar) a su posible participación en sus carreras. No encontró eco público, sin embargo, una llamada que Eusebio Unzue, director del Caisse d'Épargne, recibió por aquellos días. La efectuó Thierry Cazeneuve, el organizador de la Dauphiné Libéré, la cita más importante de junio: "Queremos a Valverde en nuestra carrera. Tráelo como sea".

"Mi situación es injusta, pero estoy convencido de que se resolverá a mi favor"

Valverde había ganado la Dauphiné en 2008 y, como agradeciendo su confianza al organizador, ha vuelto a ganarla en 2009. Lo certificó el último día, en el que volvió a responder con facilidad a los ataques de Cadel Evans en el último puerto, tarea en la que se relevó con Alberto Contador, quien encontró gusto en el ensayo de lo que quizás sea trabajo suyo en el Tour. Además, con los 100 puntos que le reporta la victoria, Valverde desbancará al ruso Denis Menchov del liderato del ranking de la UCI para convertirse en el número uno del mundo (Contador, tercero de la Dauphiné, es el número dos), lo que, de todas maneras, no le garantiza participar en el próximo Tour.

"Hace un año justo, después de ganar mi primera Dauphiné, en esta misma sala de prensa, hablé de ganar el Tour", dijo Valverde; "este año es muy diferente, pero espero de todas maneras ir al Tour. En mi cabeza mantengo esa idea. ¿Si puedo ir y retirarme la víspera de entrar en Italia, la 16ª etapa? Es una idea, pero... no. Si participo en el Tour es para estar allí desde el primer día hasta el último".

La idea de una participación limitada de Valverde la avanzó el propio director del Tour, Christian Prudhomme, pero el equipo la rechazó de plano. "No es nuestro estilo", le contestaron.

La alegría desbordante que suele mostrar Valverde en las victorias desapareció en mayo, cuando ganó la Volta a Catalunya, y no ha reaparecido en Francia. Valverde, a medio afeitar, serio como un ajo, recibía en el podio el maillot amarillo y ni siquiera sonreía a las azafatas. "Estoy muy enfadado por todo lo que me pasa. Es una situación injusta y estoy convencido de que tarde o temprano se resolverá a mi favor", dijo Valverde, quien, aparte de con el embrollo judicial-deportivo de la sanción italiana, debe lidiar estos días con los flecos de su divorcio matrimonial. "Paso momentos difíciles, con la moral muy baja, pero logro superarlos", confesó.

La posibilidad de correr el Tour pasa por una reclamación de urgencia para que el Tribunal Arbitral del Deporte decrete una suspensión cautelar de la sanción italiana, pero los abogados de Valverde no creen que se pueda dar esa posibilidad.

DAUPHINÉ LIBÉRÉ: Octava y última etapa (Faverges-Grenoble, 146 km.): 1. Clement, 3h 30m 17s. 2. Duggan, m. t. 3. Joly, a 2s. General final: 1. Valverde, 26h 33m 15s, 2. Evans, a 16s. 3. Contador, a 1m 18s. 4. Gesink, a 2m 41s. 5. Astarloza, a 3m 40s.

VUELTA A SUIZA: Segunda etapa (Davos-Davos, 149,8 km.). 1. Eisel, 3h 36m 54s. 2. Ciolek, m. t. 3. Freire, m. t. General. 1. Cancellara. 2. Kreuziger, a 22s. 3. Klöden, a 25s. 4. Hincapie, a 27s. 5. Martin, a 34s. 11. Barredo, a 41s.