Las virtudes del 'Pep team'

Generosidad: jugadores de dibujos animados que ponen por encima el juego de equipo.

Cantera: no es talonario todo lo que reluce; merece la pena mimar a los peques, incluso buscarlos allá donde estén.

Diálogo: el equipo es algo más que una suma de genios, pero hay que escuchar, animar, comprender a cada uno de estos jóvenes multimillonarios para que confíen en sí mismos y al mismo tiempo que los halagos desmedidos no les hagan perder la cabeza.

Sacrificio: correr hasta el último minuto ("sudar la camiseta" se decía antes) es el requisito para ganar, no la penitencia de los que no saben hacer nada mejor.

Todo esto no es posible sin la más loable de las cualidades, la humildad: oír a jugadores como Iniesta, Xavi o Messi hace recordar, con alivio, que muchos niños toman a los jugadores como modelo, también fuera del campo. Predicando con el ejemplo, el entrenador ha sabido inculcar a sus jugadores que haber hecho un buen trabajo ayer no garantiza la victoria hoy, y que los mejores, para serlo, deben estar seguros de sí mismos, pero si son inteligentes nunca dirán "soy el mejor".

Pep Guardiola ha dado una lección más de sentido común al decir que es pronto para que le den el Príncipe de Asturias, pero su admirable trabajo de esta temporada, que ha embobado hasta la emoción a los que no somos especialmente culés, ni siquiera especialmente futboleros, le ha hecho acreedor de que este equipo ya mítico del triplete pase a la historia como el Pep team.-