Sacyr deja la UVI y pasa a planta
Reduce su deuda y suaviza las condiciones del crédito para la compra de Repsol
Sacyr Vallehermoso ha pasado en tres meses de la unidad de vigilancia intensiva (UVI) a la atención sanitaria -aún imprescindible; no en vano, ha visto caer un 80% su beneficio neto- en planta. La mejoría de salud se ha plasmado en una reducción del 7,4% en su endeudamiento neto en el primer trimestre, que se situó en 13.443 millones de euros (debía 20.000 millones hace no muchos meses), y en la expectativa de una más que probable inyección de otros 2.000 millones de euros dentro de unas semanas, cuando se materialice el proceso en curso de venta de su filial de autopistas Itínere, que se destinará al pago de la deuda. En marzo, por otro lado, Sacyr obtuvo un crédito de 317,3 millones que vence en 2011.
Gana solvencia con las ventas de Itínere, de suelo y de activos inmobiliarios
El crédito, "la caja proporcionada por la OPA de Itínere
[presentada por un fondo de Citi sobre el 100% y autorizada el viernes por la CNMV], junto con la generación de caja de las áreas operativas y las ventas de activos inmobiliarios realizadas, cubren todas las necesidades de fondos de Sacyr", señalan en la empresa.
No tan optimistas se muestran algunos analistas (los de Renta 4, por ejemplo, siguen recomendando infraponderar el valor "debido a la exposición de la constructora al mercado inmobiliario español y a su elevada deuda"), aunque en general todos los expertos reconocen mejoras en la solvencia del grupo. En Bolsa también ha mejorado la percepción de Sacyr: sus acciones han subido en torno a un 130% desde los mínimos que marcaron a principios de marzo.
La cura de caballo para abordar el restablecimiento en su solvencia por parte de Sacyr, tras salir escaldada en 2008 de la constructora francesa Eiffage, pagar caro sun desembarco en europistas y ver frustrada hace unos meses la venta de sus acciones en Repsol, ha corrido a cargo, sobre todo, de la citada venta de Itínere, de la enajenación de activos inmobiliarios y de suelo por parte de su promotora Vallehermoso y de su patrimonialista
Testa (que generó una caja neta de 327 millones en el primer trimestre) y del cambio en la incorporación contable de su participación en Repsol.
Además, la banca acaba de suavizar las condiciones del préstamo de 5.000 millones que concedió a Sacyr para su entrada en Repsol. La constructora sólo aportará garantías adicionales cuando la cotización de la petrolera baje de 9 euros por acción (esta semana cotizó en torno a los 15,50).
En el primer trimestre, en lo que se refiere a la participación en Repsol, Sacyr reconoce como resultado únicamente los dividendos devengados (67,2 millones) frente a los 242,5 millones registrados en 2008 (el 20,01% de los 1.212 millones de euros anotados por la petrolera en ese primer trimestre). Para ello se han minorado los resultados que corresponden a la consolidación por puesta en participación en Repsol (20,01% de los 516 millones de euros de beneficio neto, es decir, 103,2 millones) en 36 millones de euros contra la inversión en activos financieros no corrientes.
Además, Sacyr, en una reciente comunicación a la CNMV, reconoce que ya no considera a Repsol "un activo estratégico", sino una "inversión estable y a largo plazo". Motivo por el que no se plantea ceder su participación accionarial a "un precio de venta inferior al de su valor en uso". Según Sacyr, el valor en uso es mayor que el valor neto contable de la participación (adquirió Repsol a un precio medio de 26,7 euros por acción). Algunos analistas fijan las pretensiones de la constructora en 27 euros por título de Repsol como mínimo.
La contabilización de Repsol también pesa sobre su beneficio neto del primer trimestre, 40,7 millones. Si en 2008 se hubieran empleado iguales criterios con esas acciones (sólo los 64,1 millones en dividendos devengados), el beneficio neto de Sacyr en 2009 no hubiera caído un 80%, sino que habría aumentado un 52,2%.
Fuentes de Sacyr resaltan, además, la evolución del grupo, que ha incrementado en el primer trimestre en un 12,5% su resultado bruto de explotación y en un 69,8% su facturación. Cuenta, además, con una cartera de ingresos futuros por valor de 35.321 millones, que "se apoya básicamente en actividades recurrentes, como son concesiones y servicios".
De cara al futuro, el acuerdo para la venta de Itínere prevé que Citi se quede sólo con activos maduros de la compañía que correspondan a autopistas de peaje en España. Por ello tiene suscritos acuerdos con Abertis, Atlantia y la propia Sacyr para, una vez liquidada la OPA, vender paquetes de activos. En el caso de Sacyr, recibirá a cambio de parte de sus acciones de Itínere un lote de activos valorados en 450 millones con los que creará una filial de concesiones. Esta filial contará con 25 activos, entre los procedentes de Itínere y otros ajenos a las autopistas, "con importante potencial de crecimiento" y repartidos en cinco países, señalan en Sacyr.
El grupo, además, se ha adjudicado en mayo obras importantes como la ampliación de una central de gas en Portugal (158,7 millones de euros); o, dentro de un consorcio, las obras de construcción y ampliación de una autopista, también portuguesa, por 622 millones; o la construcción en Madrid de la nueva sede de Repsol (un contrato de 127 millones).
Sacyr espera, además, que en junio salga del invernadero su mayor baza de futuro, el proyecto del puente sobre el estrecho de Mesina que unirá Sicilia a la península Itálica. El Gobierno de Berlusconi tiene previsto dar el pistoletazo de salida a una infraestructura que se licitó en 4.400 millones y se adjudicó, en octubre de 2005, en 3.880 millones a un consorcio encabezado por la italiana Impregilo (45%) y Sacyr (18,7%).
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