Pulso final por Europa
Al Atlético le vale puntuar para entrar en la Liga de Campeones y dejar al Villarreal en una UEFA por la que pelean un Valencia devaluado y el Deportivo
La Liga del Barça echa el telón con las últimas cartas por jugarse. Inamovible el podio -Barça, Madrid y Sevilla-, y condenados Recreativo y Numancia, el nudo gordiano está en los puestos europeos y en el último resquicio para la salvación. Al Atlético le basta esta noche un punto frente al Almería para asegurarse un billete para la Liga de Campeones con el que remotamente sueña el Villarreal, mientras que el Valencia ha perdido tronío y pelea por conformarse con la UEFA frente al tirón del Deportivo. En la zona oscura, hasta cinco equipos -Osasuna, Sporting, Betis, Getafe y Valladolid- se darán codazos mañana por resistir en Primera.
En el Manzanares se ha aparecido otra vez el ángel de Forlán. El uruguayo se ha desatado con 31 goles (seis jornadas consecutivas marcando) y, salvo una catástrofe no descartable en el Calderón, él solito y algunos apuntes de Agüero han asegurado el maná económico de la Champions. Un gancho para retener a las figuras, por más que Forlán esté en la lista de compras de varios grandes. Hoy por hoy, Forlán y el Kun sostienen no sólo a un equipo enclenque, sin un punto de grandeza, capaz de hacer ascos a una clasificación para los cuartos de la Liga de Campeones, sino también a un club desnortado en el que mismo Abel desconoce su fecha de caducidad. El técnico que relevó a Aguirre no sabe si es un parche o un proyecto. Claro que tampoco el Atlético lo sabe. Cinco victorias seguidas, sin embargo, han dejado el entuerto convertido en una campaña pasable.
Del tren está a punto de caerse el Villarreal, capado por las bajas finales de Senna y Cazorla, aunque éste haya volado en su recuperación y regrese esta noche en Mallorca. El equipo, al menos, ha sido fiel al ideario de Pellegrini, el técnico más anclado en Primera (cinco temporadas en un mismo equipo), embobado ahora por los cánticos del florentinato. Su marcha, en cualquier caso, no supondría más que un cambio de director en una orquesta bien avenida.
Más apocalíptico es el caso del Valencia, definitivamente en el fin de una era, la que marcaron sobre el campo tipos como Albelda y Baraja, puesto que en los despachos la entidad es un despelote. Sin Champions, y a la espera de atar la UEFA contra el Athletic, el club está condenado a una época de vacas flacas y a poner a sus mejores piezas, Villa y Silva, en el escaparate para no tener que cerrar la tienda. No hay otro discurso posible para un equipo que se ha desmayado a la hora de la verdad, en el Calderón y el Madrigal, y para una entidad que ha dejado un estadio nuevo a medio construir, símbolo de su decrepitud.
El Valencia deberá imitar la reinvención que en su día hizo el Depor, un equipo que en otra época lucía a Rivaldo y en el que ahora Lotina gestiona los retales. Riazor aguarda a un Barça todavía de celebración.
La lucha europea
- Atlético (64 puntos). Se clasifica para la Champions si gana o empata ante el Almería en el Calderón o si pierde y no gana el Villarreal.
- Villarreal (62). A la Liga de Campeones si gana en Mallorca y el Atlético pierde.
- Valencia (59). No puede ir a la Champions. A la Copa de la UEFA si gana o empata en Mestalla ante al Athletic, o si pierde y el Depor no gana.
- Deportivo (57). A UEFA sólo si gana al Barça en Riazor y el Valencia pierde.
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