El Valedor critica los retrasos e insta a la Administración a actuar

"Este fue el año de la Lei da Dependencia", sentenció ayer el Valedor do Pobo, Benigno López. En la presentación del informe de esta institución relativo a 2008, López indicó que han detectado un aumento del ritmo de entradas de quejas sobre la aplicación de esta ley, especialmente en el último trimestre de 2008 y el primero de este año.

Aunque del total de 2.558 quejas iniciadas sólo 51 están relacionadas con la Lei de Dependencia, el Valedor se mostró especialmente preocupado por este tema y la "tendencia alcista" en la recepción de quejas en los últimos meses. Así, indicó que existen plazos "muy amplios" en las dos fases de las que consta el procedimiento -seis meses cada una- que normalmente se "excedían con mucha amplitud".

Este retraso y la avanzada edad de la mayoría de los dependientes provoca que, en algunos casos, la concesión de las ayudas llegue tarde. Después del fallecimiento del dependiente, aunque se haya terminado la tramitación del expediente, los cuidadores no reciben ni un euro. López afirmó que bajo esta circunstancia se produce un "número significativo" de muertes.

Ante esta situación, el Valedor remitió a la Vicepresidencia de la Xunta una recomendación que ésta no siguió y que volvió a trasladar hace menos de un mes al nuevo Gobierno. "Estamos a la espera de saber cuál va a ser su criterio", indicó.

El informe señala también que "parece claro" que Galicia necesita un "importante esfuerzo inversor" en gasto social para aumentar la oferta de los servicios de atención, de apoyo a las personas mayores y a los dependientes, así como la creación de nuevas plazas en residencias.

Por lo pronto, el Valedor do Pobo reclama una tramitación "más diligente" de los expedientes, que se ponga en marcha un procedimiento de urgencia o de prestaciones provisionales ante la dilatación excesiva de los plazos cuando lo exijan las circunstancias y que se paguen las ayudas con carácter retroactivo.