De la Vega califica de "injusto" el cierre de Pascual en Lugo y promete mediar ante Trabajo
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el expediente de regulación de empleo que plantea Leche Pascual en su fábrica de Outeiro de Rei es un "cierre patronal" que intenta esconder el interés de la empresa por "vender la factoría". De la Vega calificó la decisión de la sociedad de despedir a los 155 operarios de Outeiro de Rei como "injusta" y se comprometió con el comité de empresa a mediar ante el Ministerio de Trabajo para que se muestre vigilante en la tramitación del citado ERE.
La vicepresidenta recibió las quejas del presidente del comité de empresa de Pascual en Outeiro de Rei, Pedro Neira, quien ayer se manifestó junto a un centenar de compañeros a la entrada de un mitin del PSOE. En el acto político que se celebró en el auditorio municipal de Lugo, participaron además el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y el líder de este partido en Galicia, Manuel Vázquez. Este último denunció la "complicidad" del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo con "este cierre patronal enmascarado". El secretario general del PSdeG apeló a la ayuda de los ministros de Trabajo, Celestino Corbacho, y de Medio Rural, Elena Espinosa, "para demostrar a la derecha que los trabajadores de Pascual no están solos".
El candidato al Parlamento Europeo Antolín Sánchez Presedo, insistió en que su partido no permitirá que el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, "sea cómplice de un fraude".
Afuera los manifestantes portaban pancartas y pegatinas en las que podía podía leerse "Leite Pascual traición. Non ao peche. Non ao ERE".
También ayer, varios grupos de ganaderos volvieron a retener y a vaciar las cisternas de varios camiones del grupo Leche Río, para protestar contra la decisión unilateral del empresario Jesús Lence, de abandonar la recogida en dos granjas cuyos propietarios denunciaron los precios bajos que reciben por sus productos. Las acciones reivindicativas se llevaron a cabo en varios puntos de Galicia. Los propietarios de las explotaciones lamentan que ninguna otra industria se haya interesado por su leche.
