Francisco Moneo, ex presidente de Estudiantes
La demencia marca. Para siempre. Juan Francisco Moneo, fallecido el 14 de mayo por una insuficiencia cardiaca, sabía bien de la pasión de los dementes estudiantiles. Al fin y al cabo la conoció como profesor del instituto Ramiro de Maeztu -incluso ha muerto en el hospital San Francisco de Asís, a un paso del Ramiro-, la conoció como directivo del club y, además, como su presidente. Bajo sus 15 años de mandato, el Estudiantes se modernizó y alcanzó cotas nunca vistas.
Moneo tomó las riendas del Estu en un momento clave para el baloncesto español. La temporada 1983-1984 suponía el punto final de la Liga Nacional, organizada por la Federación Española de Baloncesto, para que fuera la Asociación de Clubes de Baloncesto quien organizara la nueva competición. Como no podía ser menos, allí estaba el Estudiantes.
Aquel primer año iba a ser vital para el equipo madrileño presidido por Moneo. Al acabar la temporada regular, el equipo corría riesgo de desaparecer: se jugaban la permanencia en una eliminatoria a doble o nada con el Peñas Recreativas Huesca. Y triunfaron tras rozar el infierno. El futuro, con Moneo al frente, iba a depararles éxitos con los que ni soñaron.
El primer paso se dio el año siguiente. La incorporación de dos americanos cambiaría la tendencia de la temporada anterior. Ficharon a David Russell y John Pinone, alero y pívot, que ayudaron a asentar al equipo entre los clubes importantes. Russell dio al Estu el primer concurso de mates en la ACB, y fue nombrado mejor jugador. Pinone, que venía a reforzar la plantilla para un año, se quedó nueve campañas.
A partir de entonces, los éxitos. Como la Copa Príncipe de Asturias, que les permitió disputar, por primera vez, un título continental. O la conversión en sociedad anónima y la consolidación del bloque en la ACB, claves de la ascendente trayectoria del club, que además seguía contando con la constante aparición de canteranos, su eterna seña de identidad. José Miguel Antúnez, Alberto Herreros, Nacho Azofra, Alfonso Reyes... Una etapa que, además, vio cómo dejaban atrás el Magariños para jugar en el Palacio de los Deportes.
Con una base sólida, lograron en la 1991-92 su mejor temporada: campeones en la Copa del Rey ante el CAI Zaragoza y, como colofón, alcanzaron la Final Four, dejando en el camino a equipos como el Maccabi de Tel Aviv.
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