El relieve en una caricia

La azarosa vida de Rafael Pérez Contel transcurrió en paralelo al siglo pasado. Y su obra se convirtió así en testigo y testamento, en el que tritura y vuelca una centuria tan convulsa. "Pérez Contel es el siglo XX de España", resumió ayer Vicent Joan Morant, comisario junto a Juan Ángel Blasco Carrascosa de la retrospectiva que ayer inauguró el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) en la Sala de la Muralla sobre la obra del escultor, pintor, cartelista y escritor de Villar del Arzobispo (1909) fallecido en Valencia en 1990. Artista republicano antes de la Guerra Civil y soldado durante ella, sufrió prisión en el franquismo y sobrevivió con encargos de imaginería religiosa durante años, hasta que pudo ejercer la docencia. No fue hasta la democracia, que Pérez Contel vivió con especial ilusión, cuando le vinieron los reconocimientos y las grandes exposiciones de una obra "sincera" en la que destacan las esculturas en las que acomete el relieve como caricias.