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Se subasta hotel fantasma

Un juez ordena enajenar Cortijo Jurado por la deuda de grupo Mirador

Bien parece que sobre el Cortijo Jurado, en Málaga, hubiera caído un maleficio. No ya por su aspecto fantasmagórico, que lo ha convertido en una especie de templo para los seguidores de la parapsicología, por la leyenda que le atribuye eco de voces y sonidos misteriosos, o porque haya sido elegido por Iker Jiménez como escenario de alguno de sus programas sobre fenómenos paranormales.

En los últimos años su destino tampoco ha estado en unas manos diligentes, y en lugar del hotel de lujo que proyectaron sus propietarios actuales, el grupo inmobiliario Mirador, hoy por hoy parece abocado a la ruina casi sin remisión. Las dificultades financieras de la polémica promotora, que han mantenido al edificio en el abandono, ha derivado en la subasta del terreno por orden judicial por una deuda hipotecaria.

La licencia de obras fue renovada pese a que en 4 años no se puso un ladrillo

Cortijo Jurado se subastará el próximo 11 de mayo por orden del Juzgado de Primera Instancia número 11 de Málaga, que ha valorado los terrenos en 1.389.432 euros. Ya hace año y medio se suspendió una subasta pública por la misma deuda hipotecaria. Ahora, Promociones Pantie, la sociedad inmobiliaria acreedora del crédito hipotecario, que pertenece a la esposa de un juez de primera instancia de Málaga, ha instado al juzgado a que subaste los terrenos alegando que sólo en intereses ha dejado de ingresar 60.000 euros al año.

La finca consta de 45.206 metros cuadrados con una "casa habitación y labor", la conocida popularmente como casa de los fantasmas, un edificio del siglo XVIII construido por la familia Heredia, pionera de la industria malagueña. El grupo Mirador firmó en 2002 un convenio con el Ayuntamiento de Málaga por el que se comprometía a rehabilitar el caserón y hacerlo parte de un complejo hotelero de cuatro estrellas con 200 habitaciones, hacer un aula de cultura de uso público en el mismo cortijo y construir un centro cultural en Campanillas, edificio que se inauguró en 2006 aunque con algunos desperfectos.

En diciembre de 2004 se expidió la licencia de obras y en un multitudinario acto al que asistió el alcalde, Francisco de la Torre, se colocó la primera piedra de lo que el Ayuntamiento identificó como un proyecto emblemático. Fue la primera y casi la única. En este tiempo el grupo Mirador ha tenido que hacer frente a varios embargos y a numerosas demandas de clientes a los que vendió viviendas que no ha construido.

Los terrenos de Cortijo Jurado se encuentran embargados por deudas que superan los cinco millones de euros, la mayoría de ellos del crédito hipotecario de Promociones Pantie. También pesan varias órdenes de embargo por deudas con el Ayuntamiento de Málaga por 365.000 euros.

Pese a ello y a que ha incluido el Cortijo Jurado en la relación de edificios en ruina en el Plan General de Ordenación Urbana, el Ayuntamiento de Málaga ha otorgado una prórroga en la licencia de obra a Mirador de Campanillas, puesto que la inicial caducaba en diciembre pasado. La oposición municipal solicitó que se diera por caducada la licencia, pero el equipo de Gobierno de Francisco de la Torre se negó y alegó que con la concesión de la prórroga actuaba "en consonancia con lo que dicta la ley y con respeto a los derechos de los titulares".

En febrero, el concejal de IU Antonio Serrano denunció a la fiscalía posibles delitos de prevaricación y tráfico de influencias en la relación entre Mirador, sociedad de la que es consejero delegado Enrique Faura y el Ayuntamiento de Málaga. Una de las quejas de este trato privilegiado esgrimido por Serrano es la exoneración a la promotora de la obligación de pagar 900.000 euros que le correspondían por el 10% del valor del proyecto. El Ayuntamiento justificó que cuando se firmó el convenio aún no había entrado en vigor la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, por lo que no procedía aplicar esta contrapartida.

La oposición vuelve a insistir ahora en que el Ayuntamiento debería revocar la licencia y tratar de recuperar los terrenos para impedir lo que se teme como inevitable, el Cortijo Jurado amenaza ruina.

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