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Reportaje:El gran clásico

Un Barça goleador, un Madrid eficaz

A los blancos les basta con un tanto para conseguir cada punto, mientras que los azulgrana precisan marcar más

Periódicamente, Gonzalo Higuaín espera noticias de Argentina. En contra de sus expectativas, Maradona, el seleccionador, no le llama. Tampoco le manda mensajes por medio de Gago o Heinze. A pesar de que Gago y Heinze, internacionales habituales, tienen una complicidad especial con El Diego, cuando se trata de interceder por Higuaín hacen mutis por el foro. Para sorpresa de Higuaín, el que se le presenta con comisiones es el silencioso Lass Diarra, que, de vez en cuando, se le acerca con mensajes del seleccionador francés, Raymond Doménech, invitándole a la próxima convocatoria: "Vente con Francia; allí te abrimos las puertas de la selección".

A diferencia de Maradona, que mira mucho al Atlético para ver al Kun Agüero, Doménech sigue mucho al Madrid. Analizando los partidos, el seleccionador francés ha descubierto que Higuaín, con sólo 21 años y con doble nacionalidad, argentina y francesa, es el jugador más decisivo de toda la Liga. De los 18 goles que ha metido esta temporada, 13 han sido decisivos y han valido 27 puntos. En total, 1,5 puntos por gol y nueve victorias en su haber. Una contribución fundamental para entender este Madrid que se resiste al hundimiento a golpe de eficacia. Mientras que al Madrid le basta con un gol para conseguir un punto de media, el Barça ha precisado más de un tanto (1,14) para el mismo resultado.

Entre Higuaín y Raúl han marcado 16 goles en los últimos 10 minutos de cada parte
Los 18 tantos del argentino han supuesto 27 puntos para el Madrid
La eficacia goleadora de Eto'o es única en Europa: 27 dianas en la Liga, 10 decisivas
"Anulando a Messi no garantizamos absolutamente nada", avisa Juande

Los goles de Higuaín sólo admiten comparación con los 18 tantos de Raúl, el otro jugador cuyas intervenciones resolutivas han permitido al Madrid alcanzar el clásico de hoy a sólo cuatro puntos del Barça. A sus 31 años, gracias a su particular sintonía con el técnico, Juande Ramos, que le considera una pieza esencial para mantener viva la llama del equipo, Raúl ha jugado 300 minutos más que Higuaín. Casi siempre lo ha hecho en una posición central, lejos de las bandas donde lo situaba Capello. Estos dos factores, unidos a una resistencia física que trabaja en jornadas que superan la media de horas que dedican sus compañeros, han permitido al capitán del Madrid meter los mismos goles que Higuaín, 18, siete de los cuales han supuesto 17 puntos.

El oportunismo de Higuaín y Raúl se revela en sus goles y en los momentos de su ejecución. Cada uno ha marcado ocho tantos en los últimos diez minutos de la primera y la segunda parte, las dos franjas en las que se suele alterar el equilibrio de los partidos.

Los cazapuntos del Madrid ponen al cuerpo técnico y a los defensas del Barça en alerta, pero no cunde el pánico. Considerados desde la pizarra como "parecidos por imprevisibles", Raúl e Higuaín resultan sorprendentes en sus movimientos. "Los dos alcanzan el área por un camino o por otro", sostienen en el cuerpo técnico. El físico, en cualquier caso, les convierte en jugadores muy distintos. "Raúl", explican, "es muy intuitivo; Higuaín, mucho más potente. Los dos exigen mucha atención".

Guardiola, por ejemplo, llenó ayer de flores a su amigo Rulo, con el que coincidió en la selección. "Es el mejor jugador de la historia del fútbol español. Su trayectoria es inmaculada y le avala", dijo el técnico del Barça, que añadió: "Raúl juega pensando en la próxima acción; nunca mira atrás, a lo hecho. Siempre quiere más, por eso es tan importante".

Si Cruyff dijo un día que la mejor manera de frenar a Hugo Sánchez era tapar los centros de Michel, el cuerpo técnico del Barcelona respiró con cierto alivio al saber que Dudek lesionó a Guti en un entrenamiento. Aunque, como dijo ayer Guardiola, "el Madrid no ha usado mucho a Guti este año y sabrá cómo suplir su baja", prefiere no verlo en el campo. "Siempre tiene un buen pase que dar", dicen los técnicos.

Al capitán Raúl y a su lugarteniente argentino les espera un duelo con Puyol y Piqué. Guardiola tiene claro que Puyi "es de los que debe dar un paso adelante". "Es un ejemplo: le pongo de lateral derecho, en la izquierda, de central zurdo o diestro y no sólo no se queja, sino que nunca juega mal". Tampoco tiene queja de Piqué: "Ha hecho un gran año y tiene margen de mejora. Esto no ha terminado. Debe seguir así".

En eso está el barcelonés, que no tiembla ante la cita del Bernabéu ni pensando en Raúl. "Respeto su carrera, es un emblema", dice Piqué. "Pero no tengo miedo. Es Raúl y es el Bernabéu, pero me muero de ganas de que empiece el partido".

"Raúl", prosigue el central, "no es el más rápido ni el más técnico pero es el más listo. Hay que estar concentrado y darle importancia a cualquier rebote, porque si no llegas tú, llega él". Respecto a Higuaín, el azulgrana apunta: "Es más rápido, más potente, tiene buen chut y mucha garra".

Más o menos como Eto'o, cuya eficacia goleadora es única en Europa: 27 goles en Liga, diez de ellos decisivos, con un valor de 28 puntos. Con el Barça, tiene Eto'o una extraña habilidad: cada vez que marca el primer gol, gana el partido. Sucedió la temporada 2004-05 en el Camp Nou, en la campaña 05-06, el día que el Bernabéu se rindió a Ronaldinho y este mismo curso, en la ida (2-0). Samuel insiste en decir que para él ya es un partido más, pero en el vestuario nadie le cree. "Se le notan las ganas mirándole a los ojos", dijo ayer un compañero.

Si los 27 goles de Eto'o han supuesto 28 puntos, los 21 de Messi han valido mucho más. Con sus goles, el pequeño argentino ha logrado 30 puntos para el Barça, cosa que lo convierte en el hombre más determinante de la Liga y en el que más temor suscita en la defensa madridista, a pesar de las advertencias de Juande. Como avisó ayer el entrenador: "Anulando a Messi no garantizamos absolutamente nada si siguen maniobrando Xavi, Alves, Iniesta, Eto'o o Henry".

Metzelder también mira al medio campo del Barça para frenar a sus delanteros: "La cuestión no es cómo parar a Messi y a Eto'o. La cuestión es que un equipo como el Barça tiene tantos jugadores con calidad para el último pase que si uno de ellos tiene un mal día hay otros que también pueden leer el partido y desequilibrarte. Para evitarlo es fundamental evitar la circulación de balón. Ellos son muy peligrosos en las entradas desde fuera y en las paredes cerca del área, que son muy difíciles de defender".

Casillas también intenta desviar la atención hacia otro punto que no sea Messi o Eto'o, tal vez porque así le quita presión a su zaga: "Messi conduce muy bien el balón y Samuel es un buen cabeceador y siempre busca el remate por velocidad. Pero si tuviera que preocuparme de uno taparía a Xavi. Siempre he dicho que para mí es la clave. Si Xavi está bien, el Barça está bien. Si nos preocupan sus goleadores lo que tenemos que hacer es quitarle el balón a Xavi".

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