Segundo con números de líder

Normalmente, se ahorra los elogios. Prefiere manifestarse con un pesimismo sutil, medio cáustico, medio irónico. Sin embargo, Alfredo Di Stéfano blandió ayer su bastón de bambú y liberó sus emociones. "En la segunda vuelta, este Madrid ha conseguido una proeza", dijo durante un acto de la Asociación de Veteranos del club.

Inspirado por el desafío del Barça, el Madrid ha conseguido 78 puntos en 33 jornadas. Sigue siendo segundo. Pero la persecución le ha convertido en el mejor segundo que se recuerda. Desde 1991 ningún campeón había cosechado más puntos en los mismos partidos. La suma parece imparable. Ningún líder de las grandes Ligas europeas acumula más puntos que el segundo de la española: el Manchester United lleva 77; el Inter, 74; el Wolfsburgo, 57, y el Marsella, 67.

La estadística revela que en la última década el campeonato español ha perdido nivel de forma alarmante. Del duelo de la cumbre para abajo hay un vacío cada vez más elocuente. Entre el Madrid y el tercero, el Sevilla, se abre una brecha de 21 puntos. Entre el Barça y el Atlético, que es sexto, hay 30. Casi lo que mediaba entre el último y el primer clasificado en mayo de 2000. Esa temporada, en la jornada 33ª, el Sevilla era el peor, con 27 puntos, y el Deportivo el mejor, con 61. Desde entonces, los espacios entre los primeros clasificados y los demás se han agrandado de forma paulatina.

Si este Madrid ganó 17 de los 18 últimos partidos permitiéndose un juego irregular, ha sido gracias a la mediocridad de los adversarios que ha encontrado por el camino. El equipo que dirige Juande Ramos se ha engrandecido aplastando a equipos impotentes en la misma medida en que se sentía estimulado por la grandeza del líder que le precede desde noviembre.

Cuando entrenaba a los Bulls, Phil Jackson solía predicar en el vestuario ante Michael Jordan. El técnico decía que había que amar al rival tanto como a ti mismo, pues cada uno era el resultado de su confrontación con el adversario. Lo mismo puede decirse del Madrid, cuya fantástica carrera en esta Liga sólo se comprende por contraposición al mejor Barça de todos los tiempos.

Si el Barça de Guardiola ha batido el récord de goles por partido que ostentaba el Madrid de Di Stéfano, su perseguidor ha conseguido suficientes números para asegurarse cualquiera de los campeonatos de los últimos 30 años. En la estadística destaca una serie de nueve triunfos a domicilio que supera todos los registros de la Liga. Si el Barça es el equipo más goleador de la historia, el Madrid no le pierde el rastro. Con 77 goles marcados, a falta de cinco jornadas para el final, lleva diez más que los que consiguió en todo el curso 2006-2007, cuando conquistó el título bajo la dirección de Capello.

Al Madrid lo definen las contradicciones. El mismo equipo que regaló el balón en Málaga y Huelva ha metido más goles en 33 jornadas que el Barça de la primera Liga de Ronaldinho, que hizo 73 en las 38 totales. Aquel Barça será recordado como un equipo ofensivo. Este Madrid pasará a la historia por otros motivos, pero no por su vocación atacante. Sin embargo, lleva diez goles más que el más goleador de Inglaterra, el Manchester United, que acumula 66 tantos y que pasa por ser uno de los conjuntos con más pegada del planeta.