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Crónica:32ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Debacle en el Atlético

El Racing castiga al apático cuadro de Abel con una goleada que le deja fuera de Europa

El Atlético de Madrid se despeñó anoche por la senda del desastre. Cayó como un muñeco de trapo a manos de un Racing que le sacudió siempre que pudo. A la imagen quebradiza que lleva transmitiendo toda la temporada en asuntos defensivos, ayer unió la flojera de sus delanteros, Agüero y Forlán, que sumaron entre los dos un solo disparo a puerta. El Racing se encontró al mejor aliado posible para sumar su cuarta victoria de la temporada en El Sardinero.

Pese a que Abel había dejado entrever que Banega tendría una nueva ocasión para reivindicarse, el técnico escogió a Raúl García como acompañante de Assunção. Con la pareja de organizadores que presentó el Racing -Colsa y Moratón, un central-, la decisión del técnico del conjunto rojiblanco terminó por favorecer al equipo local, que escoró el ritmo del encuentro a lo que más le convenía. Y eso pasaba de forma inexorable por aumentar el número de revoluciones del partido.

RACING 5 - ATLÉTICO 1

Racing: Toño (Coltorti, m. 72); Pinillos, Garay, Christian, Sepsi; Colsa, Moratón; Munitis, Toni Moral (Óscar Serrano, m. 58), Tchité; y Zigic (Picón, m. 88). No utilizados: Fernán; Luccin, Canales y Pereira.

Atlético: Leo Franco; Perea, Pablo, Ujfalusi, Antonio López; Raúl García (Banega, m. 46), Assunção, Simão (Luis García, m. 77), Sinama (Maxi, m. 46); Forlán y Agüero. No utilizados: Coupet; Heitinga, Pernía y Camacho.

Goles: 1-0. M. 8. Christian, tras un rechace de Leo Franco a cabezazo de Zigic. 2-0. M. 15. Garay, de cabeza tras un saque de falta. 3-0. M. 37. Tchité se aprovecha de un error de Ujfalusi. 3-1. M. 61. Forlán, de penalti cometido por Colsa sobre Agüero. 4-1. M. 64. Munitis, de vaselina. 5-1. M. 86. Zigic, de cabeza.

Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Perea, Colsa, Assunção y Zigic.

17.145 espectadores en El Sardinero.

No hubo ideas en el centro del campo rojiblanco ni atisbos de Agüero o Forlán

Así, el Racing escogió rápidamente el canal derecho, con Munitis y Tchité, para crear las primeras preocupaciones a Abel. No tardó en aparecer otro factor habitual en las últimas actuaciones del Atlético: la descoordinación defensiva. Así que, sumado todo eso, el Atlético se encontró rápidamente con la noche cuesta arriba. El primer tanto llegó tras un rechace de Leo Franco y el larguero a un cabezazo de Zigic. Con el guardameta en el suelo, nadie de la escuadra del Manzanares acudió a la pelota. En cambio, hasta tres jugadores del Racing se repartieron el remate. Y en el segundo, después de que Ujfalusi le ordenase a Assunção (1,75 metros de estatura) el marcaje de Zigic (2,02 metros), Garay remató en solitario de cabeza. Los dos goles, en jugadas a balón parado y con origen en el pie izquierdo de Munitis.

El Atlético, por su parte, seguía con su cansino deambular. Ni ideas en el centro del campo, y ni tan siquiera algún arranque de Forlán o Agüero. A la media hora, Sinama enfiló la portería de Toño, pero se resbaló justo en el momento de culminar. Y todavía quedaba lo peor. Tchité, un delantero con el que Muñiz no cuenta salvo necesidad máxima, aprovechó un descuido de Ujfalusi para hacer aún más profunda la herida. Abel, mientras tanto, miraba a su banquillo resoplando, pidiendo una explicación al descosido de su equipo.

Cambió la estética del Atlético en la reanudación con la entrada de Banega y Maxi Rodríguez. Simão, inédito en la primera parte, tomó algo más de protagonismo en la mediapunta. Sin embargo, no parecía que sirviera para mucho, porque Agüero seguía malviviendo entre pelotazos desde la defensa y los escasos pases con sentido que le introducía Forlán. El uruguayo se adaptó al partido, dentro de lo que cabe, mejor que Agüero. Transformó un penalti que reavivó al Atlético.

Eso sí, de manera mínima, porque el Racing no tardó ni un suspiró en reparar el fallo. Munitis, en un ejercicio de precisión, mandó la pelota donde ni la envergadura de Leo Franco podía llegar. El Sardinero, encantado. El único que no participó de la fiesta fue el Atlético, que a partir de ahí buscó que pasaran los minutos de la forma más inadvertida que pudiera. Pero ni siquiera eso logró. Y es que todavía quedaba pendiente el gol de Zigic. El serbio culminó la goleada con un cabezazo a pase de Serrano que pone en la picota a un equipo cuyo objetivo era terminar la Liga tercero.

Zigic celebra su gol, el quinto del Racing, con Leo Franco arrodillado al fondo.
Zigic celebra su gol, el quinto del Racing, con Leo Franco arrodillado al fondo.AFP

"Ellos tenían más ganas de correr que nosotros"

Las explicaciones del Atlético a su ridícula actuación en El Sardinero, donde recibió la mayor goleada de la temporada con permiso del 6-1 que le endosó el Barcelona en el Camp Nou en la sexta jornada, se redujeron a un baturrillo de frases entrecortadas. "Es que nuestra actuación es difícilmente entendible y explicable", resoplaba Abel. Su colega del Racing, Juan Ramón López Muñiz, dio en el clavo: "Sabíamos de la calidad de Forlán y Agüero, pero nuestra defensa trabajó bien para cortar la fuente de alimentación de sus pases", añadió el entrenador del Racing.

"Hicimos un partido pésimo, en el que hubo un equipo que desde el primer minuto salió con todo y otro que se dejó la cabeza en el túnel de vestuarios. Es incomprensible que el rival entre con todo al campo y tú no. Además nos ha faltado concentración en las jugadas a balón parado", añadió Abel, haciendo de fuerzas corazón. Aunque la víspera había asegurado que los jugadores llegaban "con las pilas cargadas", no fue la impresión. "No podíamos acomodarnos, se lo habíamos dicho, y nada. El mensaje no cala", reflexionaba el cuerpo técnico del Atlético. Mientras, en la otra orilla, todo eran miradas de complicidad y atronaban las risas. "El resultado puede parecer sorprendente, pero ha sido justo... ¡Si hemos salido a toda mecha!", proclamaba Muñiz. "Hemos jugado muy unidos, ayudándonos en todo momento... Ellos no daban esa impresión", dijo Tchité apuntando a uno de los males de la escuadra del Manzanares.

"Europa se ha complicado, pero nuestra obligación es levantarnos de este golpe. Todo el vestuario está muy dolido", acertó a decir Banega. Por su parte, Antonio López tenía un discurso más contundente. El lateral tiró con bala: "Los jugadores del Racing tenían más ganas de correr que nosotros, y eso no puede ocurrir". "Quiero pedir perdón a la afición", continuó el defensa. "El resultado lo dice todo", fue su despedida. A su lado, Forlán reconoció que la imagen del Atlético resultó "muy dañada", al tiempo que consideró "entendible" que los aficionados rojiblancos se sientan molestos con el rendimiento del equipo. "No jugamos nada. El Racing nos presionó, marcó los goles en momentos muy importantes y nunca hicimos nuestro juego".

El Atlético, que regresa esta mañana, realizará al mediodía una sesión de fisioterapia e hidroterapia. "Hay que recuperar a los jugadores como sea para el partido contra el Sporting", dijo, lacónico, Abel.

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