El pensamiento se demuestra andando

Quizá no haya nada más posestructuralista que citarse con una directora de documentales de filosofía en un café del Village neoyorquino llamado Ost. Pero no, Astra Taylor, la chica espigada de 29 años en cuestión, no sabe que Ost significa Este, en alemán. Da la sensación de ocurrirle más a menudo que a los demás; el mundo tiende a sacar conclusiones precipitadas sobre ella. Es la groupie de los pensadores. Una banalizadora de las teorías académicas. Alguien sin nada mejor que hacer que empaquetar complejas construcciones para las masas de la cultura pop en un formato tan poco ortodoxo como el vídeo digital.

Taylor alcanzó cierta notoriedad con Zizek! (2005), documental sobre Slavoj Zizek. En él, la cámara nerviosa, con los tics del protagonista de la cinta, perseguía por todo el mundo al filósofo esloveno. Un loco pervertido amante del cine, el "Elvis de la teoría cultural", capaz de reunir a miles de personas para atender a una de sus conferencias sobre la ecología, la violencia, el marxismo o la mezcla de todo ello. "Zizek! es una película acerca del horror y la fascinación que él siente con su persona pública", explica la directora ante un capuchino del tamaño de un balón de fútbol sala.

Taylor alcanzó cierta notoriedad con el documental 'Zizek!' (2005)

"Lo mío es sacar el pensamiento de la universidad y llevarlo a la calle"

Selectos cines de Estados Unidos estrenaron recientemente Examined life (La vida examinada), el segundo asalto de Astra Taylor (de orígenes tan horrendamente hippies como su nombre sugiere) al pensamiento pop. Esta vez desfilan ante su objetivo nueve pensadores (del ámbito anglosajón) en movimiento. De Cornel West a Peter Singer. De Martha Nussbaum al propio Zizek.

Todo parte de la idea platónica de que una vida que no se somete a examen no es una vida. Y recorre la tradición peripatética de la filosofía. El pensamiento se demuestra andando. Cada uno de los bustos parlantes habla de sus temas típicos, aunque en un entorno poco habitual. Zizek se explaya sobre la ecología en un vertedero de Londres; West despliega sus dotes de estrella del rock académico en el asiento trasero del Volvo de la directora; y Singer despelleja el poscapitalismo mientras pasea por la Quinta Avenida. Como no podía ser de otra manera, producen la cinta Zeitgeist Films y Knowledge Productions. Algo así como las películas del signo de los tiempos y producciones del conocimiento.

"Lo mío es deslocalizar la filosofía de las universidades y sacarla a la calle, al espacio público. Contagiar la pasión por las ideas", aclara Taylor. Y lo suyo no es, añade, "la teoría". "Por eso nunca estudié filosofía. Se trata más de entender lo que mueve a la gente a formar sus ideas que forjar las mías propias".

Lo que de momento ha logrado es divertir a un creciente número de seguidores de sus películas (estudiantes y amantes de la filosofía pero no del aburrimiento) y cabrear a la mayoría académica. "Cuando me planteé buscar los protagonistas de mi segunda película, sabía que debía buscarme a tipos con ganas de jugar. Que no se tomasen a sí mismos demasiado en serio. Lo intenté con algunos europeos, sí, pero la mayoría me miraban como a una especie de monstruosidad".

Puede que sorprendan imágenes como la que abre el documental de Zizek, con cientos de estudiantes de la universidad de Buenos Aires comportándose ante una charla del pensador como lo harían en las inmediaciones de un concierto. O puede que todo estuviese ya en Lacan, como se descubre después, al contemplar hacia la mitad del metraje una emisión de la televisión francesa, con el pensador francés comportándose como un galán de las ideas. "En tiempos revueltos como éstos quizá los pensadores sean los únicos con derecho a comportarse como estrellas del rock", repone Taylor.