_
_
_
_
Reportaje:

"Nunca fui una víctima profesional"

Bárbara Dührkop, viuda de Enrique Casas, hace público su adiós a 22 años en el Parlamento europeo - Cumple el sueño de ver un 'lehendakari' socialista

Mikel Ormazabal

Bárbara Dührkop aprovechó ayer, el día en que anunciaba públicamente su ya conocida despedida de la política profesional, para fijar sus principios y rechazar las etiquetas. La europarlamentaria socialista (Hannover, Alemania, 1945), viuda del senador del PSOE Enrique Casas, asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas en 1984, se jubila, abandona para siempre los cargos políticos tras permanecer cinco legislaturas (22 años) en el Parlamento europeo. "Es una decisión mía, propia, y muy meditada durante mucho tiempo", recalcó en una rueda de prensa en la sede donostiarra del PSE.

Con el mismo temple y la firme personalidad que le han distinguido, Dührkop explicó que ha elegido jubilarse el año en que se cumple el 25º aniversario del "fatal" asesinato de su marido, aunque enfatizó que durante todo este tiempo no ha querido aprovecharse de su condición de víctima del terrorismo: "Soy la viuda de Enrique Casas, a mucha honra, y por lo tanto, víctima del terrorismo. Pero nunca, jamás, he hecho de ello una profesión".

"Ahora me voy a dedicarme la lingüística, los caballos y a viajar"

Dührkop milita en el PSOE y en la UGT desde que llegó a España, en 1978, y está licenciada en Filosofía y Letras por la universidad de Upsala (Suecia). Conoció a Casas en su país natal durante el movimiento estudiantil de 1968 y tiene cuatro hijos. Recuerda con especial satisfacción el día en que Txiki Benegas le llamó en 1987 para formar parte de la lista socialista al Parlamento europeo. "Entonces era la viuda de, pero ya llevaba nueve años militando en el partido", recordó.

Compareció en solitario. Sólo le acompañaban una decena de carpetas con todos los "sumarios" que ha ido elaborando durante más de dos décadas de trabajo en la Cámara de Estrasburgo, donde ha desarrollado su labor en las comisiones de Cultura y Educación, la de Presupuestos y la de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Quiso destacar el hecho de haber sido "la primera mujer ponente" en la elaboración del presupuesto de 1999 de la UE.

Su mayor pena es que se retira sin haber podido decirle a su marido "lo hemos conseguido; hoy tu familia puede vivir en paz", como recordó recientemente el día en que la familia socialista dedicó un homenaje especial a Casas. Pero, al menos, guardará la satisfacción de ver hecho realidad un "sueño" de su marido y todos los socialistas vascos: tener un lehendakari del PSE. La próxima llegada de Patxi López al Gobierno vasco pone fin a la hegemonía del PNV en Euskadi, una etapa de casi 30 años que ha sido "una ofensa a las víctimas del terrorismo" por la "equidistancia y complicidad" peneuvistas "con los verdugos" de ETA y sus simpatizantes de la izquierda abertzale, destacó.

Calificó a los dirigentes del PNV de "malos perdedores" por calificar la llegada de los socialsitas al poder como un ataque institucional. "El PNV se valió de tres escaños de EHAK para la última investidura de Ibarretxe. ¿Hay reglas del juego que sólo valen para unos y no para otros?", se preguntó.

La europarlamentaria quiere situarse ahora como una mera espectadora de la vida políica, aunque se ofreció incondicionalmente a ayudar a su partido en el futuro, siempre que le permita estar con su familia y dedicar tiempo a sus aficiones.

Admitió que tras el asesinato de su esposo tuvo la tentación de volver a Alemania, aunque desechó esta opción para no añadir desarraigo al dolor de sus hijos. Se quedó en España, un país que sólo abandonará para irse "al otro barrio". Madre de tres médicos y un ingeniero que "va para piloto", Dührkop también deseó que "caiga algún que otro nieto" para ocuparse de su cuidado.

Dührkop quiere ocupar ahora el tiempo libre viviendo a su aire. Tiene previsto viajar por España en coche y retomar dos de sus pasiones: la lingüística y el mundo de los caballos -"quiero hacer un curso de doma clásica", concluyó-.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_