Desastre del Villarreal

La necesidad y concentración del Almería anuló las aspiraciones de un Villarreal con el pensamiento disperso, a tres días de disputar los cuartos de la Liga de Campeones ante el Arsenal, y que se encontró enfrente con un futbolista que vive en estado de gracia: Negredo. El delantero estuvo en todos los momentos brillantes del Almería, al que le bastó media hora para derrotar a un blando Villarreal, que para más desgracia se quedó con nueve jugadores en la segunda parte por la expulsión de Pirès y la retirada de Cazorla, con fractura del peroné derecho.

Nadie duda que la cantera del Madrid produce talentos, cuya desgracia es que no nacen con un nombre y una fama creada. Y que no cuestan dinero. Negredo, madrileño de Vallecas, se crió en el Madrid y nadie atendió que sus cualidades podrían ser aprovechables para el primer equipo. La rapidez de Crusat y el poderoso remate de Negredo resulta un clásico en el Almería. El pequeño extremo percute como pocos por la banda izquierda. Como tantas veces Crusat buscó un centro. Negredo marcó de cabeza. Apenas se llevaban seis minutos de partido. Expuesto a la catástrofe quedó el Villarreal. Sin Senna en la dirección, ni Bruno, su sustituto natural, la creación del juego amarillo quedó en manos de un chaval del filial, Matilla, que hizo su estreno en Primera. El Villarreal quedó en nada. Y, en el colmo de la desgracia, recibió la peor noticia posible: Santi Cazorla sufrió una "fractura sin desplazamiento del peroné de la pierna derecha" y, según anuncia el web oficial de la entidad, "lamentablemente se perderá el resto de la temporada". Cazorla abandonó el césped en el minuto 65 del partido después de una mala caída en un cruce con dos futbolistas rivales en la que se le giró el tobillo. Tras la lesión, fue trasladado al Hospital Virgen del Mar, donde se le realizaron las pruebas pertinentes, que confirmaron la lesión