"A Diego se le perdió de vista sólo unos segundos fatídicos"

Fue cosa de unos segundos con un desenlace dramático. Tres días después del trágico fallecimiento del pequeño Diego Novo Anido, de cuatro años recién cumplidos, durante una clase de natación en su colegio Liceo La Paz de A Coruña, nadie, ni en el centro, ni en la policía que investiga el caso, con diligencias abiertas en el juzgado número tres, se explica aún qué ha podido suceder. "Nadie es capaz de imaginar cómo pasó, ni en qué momento ocurrió", asegura el jefe de estudios del colegio, Daniel Echevarría. Eregido en portavoz del centro, insiste en que "ocurrió en un espacio muy breve de tiempo, en mucho menos de un minuto, eso seguro", cuando se perdió de vista a Diego.

El pasado lunes sobre las 10.30 horas de la mañana, el niño salió de la piscina junto a una veintena de compañeros de la clase de gimnasia de Educación Infantil -de 17 a 20 pequeños, según el colegio- y bajo la vigilancia de tres monitores "cualificados". "Se vio al niño fuera del agua" e incluso en un momento dado en los servicios, afirma Echevarría. En ningún momento "se quedó rezagado", ni fue en el vestuario, como se llegó a decir, cuando los monitores notaron en falta su ausencia. "Salió fuera del agua como los demás, se quitó los manguitos como los demás pero ahí se pierde durante esos segundos fatídicos". Diego ya estaba inconsciente, flotando en la piscina. Durante 40 minutos, los servicios de emergencias del 061 intentaron, en vano, reanimarlo. El pequeño murió ahogado por falta de oxígeno, según la autopsia.

Un portavoz del centro afirma que "se vio al pequeño fuera del agua"

La policía, por orden de la juez, continúa los interrogatorios para tratar de dilucidar lo que ocurrió. Ayer tomó declaración a una profesora. También al conmocionado personal de la piscina. La piscina permanece cerrada, no por orden policial o judicial, sino porque el personal no está en condiciones "ni anímicas, ni psíquicas" de atender las instalaciones. Pero en el resto de este centro privado concertado se ha mantenido las actividades habituales, "aunque los ánimos están por los suelos". "No se han querido romper las circunstancias normales del colegio" para facilitar la superación de la tragedia, explica Echevarría. Y de hecho, ningún compañero de clase "ha preguntado aún por Diego, no se han enterado".

El portavoz del Liceo La Paz se defiende de las críticas de padres de alumnos al hermetismo en el que se encerró el centro. Sólo emitió dos escuetos comunicados de condolencias y rehusó, hasta ayer, comentar nada por estar el caso bajo investigación judicial. "No íbamos a hacer una crónica, ni ahora mismo nadie sabe aún lo que ha pasado", insiste Echevarría. Mañana viernes, el colegio celebrará una misa de funeral en memoria del pequeño Diego. Avisaron por carta a su familia.